ENTREVISTA AL TENIENTE CORONEL EDUARDO VALERO CRIADO,
DE LA SECCIÓN DE ADIESTRAMIENTO Y EVALUACIÓN (A7) DEL MACOM
revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
Sirio 2020: poder aéreo 91
– ¿En qué consiste el ejercicio Sirio?
Enfocado a la preparación de las unidades operativas del
Ejército del Aire, que tienen como cometido la defensa aérea
nacional, el Sirio es el ejercicio de adiestramiento avanzado de
operaciones aéreas más ambicioso que, de forma anual, lidera
el MACOM.
Para conseguirlo se diseña un escenario en el que la situación
política y militar entre dos países ficticios evoluciona hasta
el punto producirse un conflicto armado, permitiendo que
las unidades participantes, distribuidas en dos bandos, lleven
a cabo el adiestramiento de una gran variedad de misiones y
operaciones. Entre ellas se encuentran las relativas a control
del aire, ataque aéreo, movilidad aérea, operaciones especiales,
recuperación de personal, protección de la fuerza e inteligencia
vigilancia y reconocimiento (ISR).
En concreto, el Sirio 20 se ambientó en la ocupación de un
territorio en disputa entre dos países vecinos coincidente con
la zona de la base aérea de Talavera. Tras la ocupación del mismo
se inició una campaña aérea por parte del país atacado,
enfocada a restaurar la integración territorial, y dando lugar a
misiones de ataque aéreo, lanzamientos paracaidistas, operaciones
especiales, reconocimiento, etc.
– ¿Qué esfuerzo supone para el Ejército del Aire organizar un
ejercicio como este?
Organizar un ejercicio de la entidad del Sirio en el que, como
he comentado, se lleva a cabo el adiestramiento avanzado de un
número muy importante de capacidades del Ejército del Aire,
requiere la dedicación de un número considerable de recursos
de material, personal y tiempo, destinados a obtener el mejor
planeamiento posible que garantice un ejercicio de calidad.
Con varios meses de antelación se comienza a diseñar el escenario
más adecuado a los objetivos de adiestramiento que
se pretenden alcanzar y sobre éste se determinan los despliegues
de unidades necesarios y la entidad de los mismos. Es,
principalmente esto último, lo que condiciona en mayor o menor
medida el nivel de esfuerzo logístico y de apoyo CIS que
se requiere.
Sin embargo, más allá del esfuerzo logístico, detrás de cada
Sirio hay un esfuerzo de planeamiento y coordinación aún
mayor y que, liderado por el MACOM, implica a personal de
todas las unidades participantes, resultando fundamental para
que el ejercicio pueda llevarse a cabo. Ejemplos de esto último
son las coordinaciones del espacio aéreo, la elaboración de la
documentación táctica y de inteligencia, el reconocimiento de
las zonas en las que se va a operar, el diseño del plan de evaluación,
el despliegue de los blancos a utilizar, el montaje del
centro de control del ejercicio, etc.
– ¿Qué supone en cuanto a aprendizaje para el Ejército del
Aire?
En términos de aprendizaje el Sirio constituye una oportunidad
muy valiosa como fuente de lecciones aprendidas, extracción
de conclusiones y recomendaciones de operación para
las diferentes unidades participantes.
La posibilidad de operar en un escenario complejo, con
multitud de actores y llevando a cabo, en gran medida, todos
los procesos de nivel táctico que se efectuarían en caso de un
conflicto u operación real, permite la realización de un adiestramiento
avanzado que, de otra forma, no sería posible en las
misiones del día a día de cada unidad.
Este aprendizaje se materializa a través de los procesos de
evaluación y análisis que se fijan para todos los ejercicios organizados
por el MACOM.
El proceso de evaluación de capacidades responde a tres
preguntas básicas sobre la misión de cada unidad evaluada:
¿Qué tendría que saber hacer? ¿Con qué y de qué manera lo
tendría que hacer? Y ¿Cómo lo hace? A partir de los informes
de evaluación elaborados se emiten las recomendaciones pertinentes
que tienen como objetivo mejorar el cumplimiento de
los roles asignados a cada unidad.
Por otro lado, el proceso de análisis, donde se incluyen los
diferentes informes de las unidades adiestradas una vez finalizado
el ejercicio, persigue detectar áreas de mejora en el
adiestramiento de las tripulaciones y personal participante,
detectar asimismo limitaciones impuestas por el material de
dotación de las distintas unidades e identificar la necesidad de
revisar procedimientos o documentación de referencia.
– ¿Cuánto personal y cuántos aviones participan?
Es difícil determinar un número exacto de personal participante,
dado que son muchas las unidades y con personal muy
diverso las que intervienen en el planeamiento y ejecución
del ejercicio, yendo desde tripulaciones, personal de mantenimiento,
controladores aéreos, personal de seguridad y defensa,
operaciones especiales, personal de apoyo CIS, hasta un
largo etcétera.
No obstante, de una manera aproximada podríamos decir
que son cerca de 800 personas y 55 aeronaves, incluyendo
aviones de combate, de transporte, helicópteros y no tripulados,
las que han tomado parte en el Sirio 20.
En total se han realizado más de 320 salidas aéreas, más multitud
de intervenciones terrestres de todo tipo, entre las que
se encuentran misiones de reabastecimiento en vuelo, defensa
aérea, ataques aire-suelo, inteligencia y reconocimiento, operaciones
especiales, operaciones de transporte aéreo táctico u
operaciones de defensa de bases, incluyendo capacidad contra
drones.
Cabe resaltar que en esta edición se contó con la participación
de personal del Ejército de Tierra y Armada, así como aviones
de la fuerza aérea portuguesa, que tomaron parte en varias
misiones aéreas con sus F-16.
– ¿Realizan ejercicios similares otras fuerzas aéreas de nuestro
entorno?
Efectivamente, este tipo de ejercicios son bastante comunes
en la mayoría de fuerzas aéreas de nuestro entorno.
Países aliados y vecinos como Francia, Portugal, Italia, etc.
normalmente llevan a cabo, con mayor o menor entidad, ejercicios
de operaciones aéreas similares al Sirio, encaminados
al adiestramiento avanzado de sus unidades y en los cuales el
Ejército del Aire ha tomado parte en distintas ocasiones.
– ¿Qué más destacaría de un ejercicio como este?
Particularmente, en la edición de este año es importante destacar
que el Sirio 20 nos ha permitido comprobar la capacidad
del Ejercito del Aire para desarrollar su misión y entrenarse con
seguridad en un escenario sanitario adverso como el derivado
de la actual pandemia de la COVID-19. Para ello, y ya desde el
inicio del planeamiento del ejercicio, se han venido adoptando
las medidas de protección y mitigación de riesgo de contagio
más adecuadas, que han garantizado la realización del mismo.
– Como conclusión, ¿a qué nivel considera que se encuentra
el Ejército del Aire en comparación a otras fuerzas aéreas de
nuestro entorno?
Si bien en cuestión de medios, material y presupuesto puede
haber diferencias más o menos significativas entre países aliados,
en términos de adiestramiento no tenemos nada que envidiar
a otras fuerzas aéreas europeas de nuestro entorno, como
así se viene demostrando a través de la participación de nuestras
unidades en ejercicios de carácter multinacional, donde es
común el reconocimiento del resto de naciones participantes.
Ejercicios nacionales abiertos a otros países como el Sirio o
el Ocean Sky, donde la participación de fuerzas aéreas extranjeras
es una constante en los últimos años, ponen de relieve el
alto valor del adiestramiento proporcionado por el Ejército del
Aire y las posibilidades que este puede ofrecer en este campo.