sobrevolando la Segunda Guerra Mundial 721
do que esperar hasta 1947 a que se
crearan ambos. No obstante la independencia
práctica se le reconocería
después de Pearl Harbor, por lo que
consideraremos al Army Air Corps
como la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos.
En la Unión Soviética, la aviación
estaba encuadrada en el Ejército y se
orientaba al apoyo de este, aunque
tras la invasión alemana, a la vista de
la debacle sufrida, se le dio un mando
independiente y mayor autonomía
operativa.
ACOMODO DE LAS RECIÉN
CREADAS FUERZAS AÉREAS
Por tanto cuando estalló la Segunda
Guerra Mundial puede decirse
que los contendientes tenían constituidas
sus fuerzas aéreas más o menos
independientes. Las estructuras
de planeamiento y la inercia mental
seguían condicionadas por Tierra y
Mar y había que ganar las batallas de
los presupuestos y del planeamiento.
En Gran Bretaña, según el mariscal
Slessor, en el período de entreguerras,
la RAF recibió la tercera
parte de recursos que la Royal Navy,
a pesar de ser un ejército nuevo. Un
alto funcionario del Ministerio del
Aire británico manifestaba que no
se podía competir con la dining-out
power del Almirantazgo, expresión
que admite varias traducciones, todas
malévolas, con el denominador
común de significar organización
para conseguir ventajas fuera de
los cauces establecidos. En Alemania,
el Ejército de Tierra y la Armada
consiguieron que se redujera significativamente
revista de aeronáutica y astronáutica / septiembre 2020
el presupuesto de Lw
en 1939, lo que afectó a su preparación
para la inminente guerra.
En Francia, al estallar la guerra,
la Armée de l’Air tenía el control
directo de solo dieciséis escuadrones
de los ciento treinta y seis de
combate con que contaba. Algo
parecido ocurría en Italia. También
en Alemania, a pesar del independiente
y celoso mando de Goering,
la organización y el material de la
Luftwaffe estaban subordinados a
las necesidades de las campañas
terrestres. Aunque los estudios y los
juegos de guerra determinaron la
necesidad de tener grandes bombarderos
cuatrimotores, se renunció
a ellos por modelos más ligeros,
aptos para la intervención táctica (el
desarrollo de un cuatrimotor, el He
177, se demoró hasta su inutilidad
por la exigencia de Hitler de que
fuera modificado para bombardeo
en picado). En los Estados Unidos la
Fuerza Aérea tenía que luchar contra
la apatía presupuestaria de Army
y la sórdida lucha de la Navy por
llevarse la aviación de bombardeo.
En medio de la pugna por encontrar
un acuerdo, la Navy consiguió que
se prohibiera a la Fuerza Aérea volar
a más de ciento sesenta kilómetros
de la costa.
A pesar de estas dificultades
descritas, en todos los países se
dedicaban grandes esfuerzos a la
creación de la nueva fuerza. Ya en
los años treinta la mayor fuerza
aérea del mundo era la rusa y su
programa de construcción era el
más adelantado (en el 36 desfiló
en Moscú una fuerza de doscientos
cincuenta bombarderos estratégicos),
pero fue el anuncio por Hitler
en 1935 de que Luftwaffe había
alcanzado la paridad aérea con la
RAF, admitida por los británicos,
lo que encendió todas las alarmas
ante la inminente guerra. Se temía
la amenaza que la aviación representaba
para las retaguardias y se
mantenían en secreto los planes
de defensa pasiva para no alarmar
a la población civil, que en Gran
Bretaña permitieron la evacuación
de las ciudades a millón y medio
de niños y sus profesores. En Estados
Unidos el presidente Roosevelt
exigiría la fabricación en masa de
aviones, confesándole a Harry Hopkins
que creía que la guerra sería
ganada por el poder aéreo.
El Focke-Wulf Fw 190, apodado Würger (alcaudón en alemán)