Apoyando a la industria
aeroespacial nacional
revista de aeronáutica y astronáutica / abril 2021
editorial 257
El Ejército del Aire ha estado fuertemente vinculado
con la industria aeronáutica nacional desde sus
orígenes. La experiencia acumulada a lo largo de casi
un siglo de trabajo en común ha permitido que en la
actualidad España cuente con una prestigiosa industria
aeroespacial, hasta el punto de formar parte del
reducido grupo de países con capacidad propia para
realizar el proceso completo de diseño, producción,
certificación y mantenimiento de una aeronave. Traducido
en cifras, el sector aeroespacial representa más
de las dos terceras partes de la industria de defensa
nacional, lo que nos da una idea de su relevancia y de
su impacto industrial y económico.
Buena parte de las aeronaves que el EA tiene actualmente
en dotación son de fabricación nacional
(C-101, C-212, CN-235, C-295 y, bajo licencia, F-5M)
o fruto de programas multinacionales de cooperación
con participación de la industria nacional (Eurofighter,
A400M, NH90). También la mayor parte
de los radares de vigilancia aérea y el radar espacial
son historias de éxito de nuestra industria, que de la
mano del Ejército del Aire y con el respaldo de los
gobiernos de la Nación ha sabido mantenerse en la
vanguardia del conocimiento y los avances tecnológicos
a nivel europeo.
Si disponer de una sólida industria aeroespacial nacional
resulta esencial para garantizar las capacidades
de una fuerza aeroespacial moderna y el necesario
grado de soberanía tecnológica, la coyuntura actual
como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19
obliga a redoblar el esfuerzo. Los condicionantes operativos
deben valorarse en conjunción con factores
económicos, de retorno industrial y de creación de
empleo de calidad, con el fin último de contribuir a
paliar los efectos de la crisis en la sociedad a la que
servimos.
Pensando en los programas de modernización y adquisición
de las capacidades aeroespaciales que España
necesita para garantizar la seguridad y defensa
del aire y el espacio hasta mediados del Siglo XXI, el
Ejército del Aire es firme partidario de favorecer aquellas
alternativas de obtención que implican la participación
de empresas españolas del sector.
Muchas de estas necesidades han quedado recogidas
en el reciente acuerdo entre Airbus y el Gobierno
de España, como el estudio de viabilidad para el
entrenador avanzado sustituto del F-5; la renovación
de las capacidades de patrulla y vigilancia marítima
mediante la compra de 4 C-295 versión marítima; la
adquisición de helicópteros H135 para renovar nuestra
flota de la Escuela Militar de helicópteros; o la recuperación
de la capacidad de transporte y proyección
estratégica mediante la conversión de aeronaves civiles
en aviones multipropósito MRTT.
También contamos con nuestra industria para
afrontar la modernización y sustitución de nuestros
centros de mando y control y de los radares de vigilancia
aérea, una labor que ya ha comenzado a recibir
financiación y en la que habrá que seguir trabajando
para garantizar que cubre todos los requerimientos
del sistema de defensa aérea. Del mismo modo, se
está poniendo en marcha la decisión de compra de
nuevos Eurofighter para sustituir a los F-18A de Canarias,
con la confianza de que dicha decisión se adoptará
a tiempo para relevarlos antes del final de su vida
operativa.
En un horizonte cada vez más próximo, será igualmente
necesario sustituir los F-18M, así como consolidar
la evolución de capacidades del Eurofighter, que
debe constituirse en la espina dorsal de nuestra defensa
aérea hasta la llegada del Sistema de Armas de
Nueva Generación (NGWS) en el entorno de 2040. El
NGWS es sin duda el proyecto de defensa más ambicioso
a nivel europeo, tanto por la inversión a realizar
como por la tecnología a desarrollar, y está llamado
a servir de elemento de tracción para nuestro tejido
aeronáutico.
Invertir en sistemas aeroespaciales es ante todo invertir
en seguridad y bienestar, pero es también apostar
por el desarrollo económico, tecnológico y social
de España. Invertir en el Ejército del Aire es invertir en
el futuro.