revista de aeronáutica y astronáutica / abril 2021
260 aviación militar
LARGA VIDA A LOS BOMBER: LA
USAF SE PLANTEA MANTENER SU
ACTUAL FLOTA DE BOMBARDEROS
HASTA LA LLEGADA DEL B-21
Fue breve y estaba oscuro, pero el
sobrevuelo de tres bombarderos de
la Fuerza Aérea de los EE.UU. en perfecta
formación durante la celebración
de la última Super Bowl significó
algo más que una pasada fugaz.
La formación nítida de los B-1, B-2
y B-52 es quizás una imagen de lo
que parece ser el resurgimiento de
los bombarderos de la USAF. Con
despliegues y sobrevuelos más frecuentes
sobre las regiones del Indo
Pacífico y Medio Oriente, la Fuerza
Aérea está redefiniendo el valor de
los bombarderos estratégicos para
fortalecer la disuasión y hacer cumplir
la contención de la expansión china,
rusa e iraní.
En los últimos seis meses, los B-1
han volado misiones de larga duración
sin escalas desde las bases
de la Fuerza Aérea de Ellsworth en
Dakota del Sur y Dyess, Texas, hasta
el Medio Oriente como una señal a
Irán de que los bombarderos estadounidenses
están presentes y pueden
atacar desde cualquier lugar
con poca antelación.
Al mismo tiempo, los B-52 de Minot
AFB en Dakota del Norte y Barksdale
AFB en Louisiana han volado misiones
sin escalas desde sus respectivas
bases. En paralelo, los bombarderos
mantienen una presencia casi continua
en Guam, con rotaciones permanentes
de B-1, B-2 y B-52.
En los planes de defensa del año
pasado, la Fuerza Aérea anticipó recortar
su fuerza de bombarderos, retirando
gradualmente todos los B-1 y
B-2 mientras tiene previsto comenzar
la producción del nuevo B-21 a mediados
de la década de 2020. Según
declaraciones de altos cargos del Departamento
de Defensa, parece que
la Fuerza Aérea estaría reconsiderando
dichos planes ahora que los bombarderos
están desempeñando un
papel aún si cabe, más crítico.
Según reconocen medios militares
de la USAF, los bombarderos son
esenciales y vitales para contrarrestar
riesgos de grandes potencias en el
Pacífico, así como la cada día mayor
amenaza de Rusia e Irán. La presencia
de bombarderos en el Pacífico
Occidental, Europa del Este y Medio
Oriente también tranquiliza a los aliados
en esas regiones, en particular
Japón, Corea del Sur, miembros de la
OTAN e Israel, dado que los bombarderos
estadounidenses plasman una
expresión visible de disuasión extendida
y un recordatorio contundente a
sus adversarios ante cualquier pensamiento
de agresión.
Otro aspecto psicológico que impregnan
los B-2 y B-52 es la ambigüedad
en la mente de los posibles
adversarios, dado que estos no saben
en ningún momento si los citados
aviones llevan armas convencionales
o nucleares.
El creciente debate sobre la conveniencia
de disminuir la flota de
bombarderos, parece haber encontrado
argumentos muy contundentes:
mantener una presencia casi
continua a nivel mundial en comparación
al coste que supone mantener
los grupos de batalla de los
portaviones de la Navy, así como la
capacidad de proporcionar una mayor
potencia de fuego, parecen ser
dos de los principales argumentos
esgrimidos a su favor. Un solo B-2
puede transportar y lanzar 80 armas
guiadas con precisión, cada una a
un objetivo diferente, y penetrar el
espacio aéreo en disputa. Los B-1
y B-52 pueden transportar y lanzar
misiles de crucero sigilosos de largo
alcance desde distancias fuera de
los anillos de amenaza. Individualmente
o en combinación, pueden
proporcionar una potencia de fuego
mucho más masiva que los sistemas
Larga vida a los Bomber
Red Hawk-T-7A-240221 en vuelo. (Imagen: Boeing)