revista de aeronáutica y astronáutica / abril 2021
344 nuestro museo
GRANDES VUELOS DE LA
AVIACIÓN ESPAÑOLA (I)
Ponemos de nuevo «los motores
en marcha» autorizados hacia una
nueva entrega sobre los aviones de
nuestro hangar n.º 1. Nos dirigimos
hacia la última sala, dedicada a los
Grandes Vuelos de la Aviación española
durante la década comprendida
entre 1926, finalizada la pacificación
de las acciones aéreas en el protectorado
de Marruecos y julio de 1936,
inicio de la Guerra Civil española.
Debemos hacer una pausa para
analizar el momento histórico durante
el que se van a realizar los grandes
vuelos de nuestra aviación.
Terminada la Gran Guerra en noviembre
de 1918, más tarde conocida
como la Primera Guerra Mundial,
el desarrollo de la aviación fue espectacular,
se dispuso a nivel mundial de
una época de paz. Bien es verdad,
que existían problemas localizados,
adormecidos y enquistados que más
tarde provocarían, entre otros conflictos,
nuestra Guerra Civil (1936) y un
nuevo conflicto mundial (1939).
Pero el hecho claro es que esta situación
de postguerra, con medios,
pilotos y euforia por la paz, desembocó
en el mundo de la aviación en
un fuerte afán, aprovechando el desarrollo
que iba alcanzando la misma,
de conseguir nuevos retos, nuevos
record a nivel mundial.
Me refiero al espíritu conquistador
basado en el de la locución latina
citius, altius, fortius (más rápido,
más alto, más fuerte), frase que fue
pronunciada por el barón Pierre de
Coubertin en la inauguración de los
primeros Juegos Olímpicos de la
Edad Moderna en Atenas, año 1896,
sustituyendo, en el caso de aquella
aviación de 17 años de edad, el «más
fuerte (fortius)» por el «más lejos».
La historia de la aviación está llena
de hombres y mujeres que han arriesgado
y perdido sus vidas por el sueño
de viajar más lejos, más alto y más
rápido y a los cuales debemos agradecer
su empeño, osadía y pericia,
ya que sin esta actitud no se habría
alcanzado el actual desarrollo de la
aviación y que hubiera sido simplemente
imposible sin sus hazañas.
España, al no participar en la Primera
Guerra Mundial, no siguió exactamente
los pasos de desarrollo que la
contienda exigió a los países beligerantes.
No obstante, y en cuanto se
pudo, al finalizar las acciones aéreas
en el norte de África (1926) junto al
periodo de paz del que se disfrutó
hasta 1936, España se incorporó con
entusiastas fuerzas a esta carrera logrando
grandes éxitos aeronáuticos.
La sala que nos ocupa, como ya
hemos dicho, presenta los Grandes
Vuelos de nuestra aviación entre los
años 1926 y 1936 pero, antes de introducirnos
de lleno en dicha estancia,
debemos hacer un pequeño alto
para comentar el túnel-pasillo que
nos conduce a ella.
Idea de la Jefatura del SHYCEA en
el momento del desarrollo del nuevo
diseño del hangar n.º 1 (2016) y
realizado por el personal del Museo,
constituye un momento de relax en la
visita, sobre todo entre el personal visitante
más joven, provocando un pequeño
sobresalto al ser sorprendidos
y «sobrevolados» en la oscuridad por
una aeronave con sus luces de posición
encendidas y con el sonido de
sus motores a un alto nivel de decibelios.
Cuando esto ocurre se pueden
oír desde cualquier lugar del hangar
Nuestro museo
Juan Ayuso Puente
Coronel del Ejército del Aire
El Plus Ultra