Supuso un aumento del 82 % en comparación
con el período 2014-2015.
Como se puede extraer de la tabla adjunta,
la mayoría de las bajas infantiles,
atribuibles a grupos armados (en
su mayoría talibanes e ISIL-KP), provienen
de combates terrestres, seguidos
de los producidos por IED y
minas, y cierran la clasificación los
ataques aéreos y los ataques suicidas.
Baja civil6 (incluyendo niños) es aquella
persona civil que resulta muerta o
herida en una operación militar realizada
por personas que no son civiles,
normalmente por personal militar, paramilitar
o terrorista. Las bajas civiles
ocurren en la mayoría de las ocasiones
debido a la identificación errónea de
civiles como combatientes. El Departamento
de Defensa de EE. UU. analizó
en 2012 cientos de incidentes en
Afganistán entre 2007 y 2011, y descubrió
que el 50 % de estos fueron casos
de identificación errónea; el otro
50 % se debió a «daños colaterales».
El siguiente paso es el recuento de las
bajas.
La estimación de bajas civiles por parte
de la OTAN es mucho menor que la
de la UNAMA. La disparidad en los números
es causada fundamentalmente
por los parámetros usados por unos
y otros, en lo que se refiere a qué se
entiende por combatiente. Valga el
siguiente ejemplo: «unos talibanes
muertos por el ataque de un UAV
americano en una casa durante una
cena son identificados como civiles
por UNAMA si en el momento de la
muerte no portaban armas, aunque
estén perfectamente identificados
como terroristas con anterioridad».
A principios de 2018, el Estado Mayor
Conjunto de EE. UU., a través de su comandante
32 / Revista Ejército n.º 961 • mayo 2021
en jefe, el general Joseph
Dunford, encargó un estudio para analizar
las razones de la brecha contable
entre los recuentos estadounidenses
y los externos. El objeto era determinar
una imagen precisa del impacto de
las operaciones en el personal civil y,
sobre todo, identificar los pasos para
prevenir futuras víctimas civiles.
RECLUTAMIENTO Y USO DE
NIÑOS POR LAS FUERZAS
ARMADAS Y OTROS GRUPOS
ARMADOS
El reclutamiento de niños es una práctica
antigua. De hecho, el uso de niños
parece ser más la regla que la excepción,
y por supuesto Afganistán lo
confirma.
La pobreza, el desempleo, el acceso
limitado a los servicios básicos y la
ausencia de protección social son algunos
factores por los que los niños
se unen a las partes en conflicto. En
2016 hubo denuncias de reclutamiento,
principalmente por parte de los talibanes,
que afectaron a más de 3000
niños, y en 2017 el CTFMR de la ONU
maneja cifras cercanas a los 650.
El reclutamiento por parte de la insurgencia
(talibanes, Al Qaeda e ISIL-KP)
y ANDSF no es igual. Los talibanes
reclutan a través del clan tribal donde
las madrasas, en el norte de Pakistán,
juegan un rol preponderante. En
el momento en que les sale barba se
les considera adultos para unirse a la
yihad. Al Qaeda recluta a través de las
redes sociales, las madrasas, las mezquitas
y las universidades.
El ISIL-KP no sigue la práctica de recluta
de niños que ha llevado en Siria
o Irak7. En Afganistán recluta en todo
el espectro social y centra su objetivo
en combatientes extranjeros, incluidas
mujeres y niños para un uso inmediato.
En 2017, la ONG Human Right Watch
denunció que la Guardia Revolucionaria
Islámica (Islamic Revolutionary
Guards Corps, IRGC) de Irán había
Bajas infantiles según tipo de ataque