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Barcelona con la participación de la
Secretaría General de Política de Defensa
en el año 2013, el efecto económico
total se descompone en tres
tipos:
• Efectos directos.
• Efectos indirectos.
• Efectos inducidos.
Los efectos directos se derivan de la
propia actividad del Ejército de Tierra,
que requiere la remuneración de
su personal y la adquisición de bienes
y servicios de naturaleza diversa;
su valoración económica queda reflejada
en la ejecución del presupuesto
del Ejército de Tierra.
Los efectos indirectos pueden ser de
primer y segundo orden. Los efectos
indirectos de primer orden son aquellos
que tienen su origen en el impulso
inicial sobre la demanda agregada
de los diferentes sectores económicos,
que el Ejército de Tierra transmite
mediante su gasto en bienes y servicios
necesarios para poder llevar a
cabo su actividad. Por ejemplo, los
arrendamientos (terrenos, edificios,
maquinaria, medios de transporte),
el mantenimiento y conservación de
infraestructuras, la adquisición de
suministros y bienes, así como las
inversiones en infraestructura, las
asociadas al funcionamiento de los
servicios y los gastos militares que
corresponden a inversiones de carácter
inmaterial.
Los efectos indirectos de segundo orden
son los provocados en las empresas
proveedoras de bienes y servicios
del Ejército de Tierra, que requieren a
su vez de otros bienes y servicios para
poder llevar a cabo su producción, de
modo que el aumento inicial de la demanda
de los sectores directamente
proveedores del Ejército de Tierra
ejerce un efecto multiplicador sobre
el resto de sectores de la economía.
Finalmente, debemos considerar los
efectos inducidos, que se producen
en una instancia posterior y que se
pueden definir como el impacto en la
economía de un territorio como consecuencia
del consumo de bienes y
servicios de los trabajadores, ya sean
del Ejército de Tierra (ocupados directos)
o los ocupados generados de
manera indirecta (trabajadores de los
sectores proveedores del Ejército de
Tierra y los del resto de sectores afectados
por el efecto arrastre o multiplicador).
El impacto económico total resulta
de la consideración conjunta de estos
tres tipos de efectos (directos, indirectos
de primer y segundo orden e
inducidos) que se dan en el territorio
considerado (la provincia, en este estudio).
Normalmente, estos se miden
según su impacto en el producto interior
bruto (PIB), en la ocupación e ingresos
fiscales.
El estudio anteriormente mencionado
de la Universidad de Barcelona
concluía que por cada 1000 euros
de gasto realizado se generan aproximadamente
1435 euros de PIB y
se contribuye a una recaudación impositiva
de 426 euros (en términos
de IVA, IRPF e Impuesto de Sociedades),
y que por cada 100 ocupados de
manera directa se generan 45 puestos
de trabajo adicionales en la economía.
Por otra parte, se deben tener en
cuenta los efectos intangibles, especialmente
los efectos sociales y culturales
asociados a las Fuerzas Armadas.
Estos efectos intangibles no pueden
ser cuantificados monetariamente,
aunque es posible englobarlos en tres
tipologías:
• Aquellos efectos que son propiamente
«inmateriales», es decir,
imposibles de cuantificar, al ser el
beneficio que causan de carácter
fundamentalmente psicológico.
Aquí entran en juego conceptos
generalmente asociados a la profesión
militar, como el patriotismo
y el espíritu militar, con las virtudes
que tradicionalmente se asocian a