124 RODRIGO MARTÍNEZ-VAL PEÑALOSA
Todas las pistas eran de tierra compactada con una delgada capa de
asfalto con grava (ver Fig. 8) y estaban orientadas para aterrizar (y luego
despegar) hacia el este o el nordeste, contra los vientos alisios dominantes
en la zona ecuatorial y tropical, según refleja el mapa de la Fig. 9. Como los
vuelos tenían esa misma dirección, eso quiere decir que la mayoría de las
etapas discurrían con los vientos de cara, lo cual reducía el radio de acción
de los cazas, teniendo que recurrirse a instalar en ellos depósitos suplementarios,
como se verá más adelante.
Todos los aeródromos de etapa, excepto El Geneina y El Fasher, estaban
cerca de ciudades o de algún gran cauce de agua: el Nilo o el Canal de
Suez; por lo que era relativamente fácil encontrarlos en medio de entornos
de gran homogeneidad. Por su parte, El Geneina y El Fasher están justo antes
y después del impresionante macizo del Jebel Marra, que emerge con 3042
m en medio de la meseta de Darfur, constituyendo una excelente referencia
para la navegación aérea. De todos los aeródromos, el de Kano tenía las
mejores instalaciones para pernoctar y revisar los aviones, pues se utilizaban
las de Imperial Airways, que habían permanecido en perfecto estado.98 La
mayor parte de las pistas de emergencia eran franjas longitudinales de tierra
compactada, sin otras instalaciones auxiliares, que se habían buscado cerca
de alguna referencia del terreno que pudiese identificarse bien. Así, Osogbo
estaba a unos 40 minutos de Lagos, en una zona de meandros muy llamativa.
Bida, poco después del encuentro del Níger con su principal afluente, el río
Kaduna. Fort Lamy era la capital del Chad, cerca de la orilla sureste del lago
del mismo nombre, etc.
La ruta se inauguró el 19 de septiembre de 1940, con una formación
de seis Hurricanes, liderados por un Blenheim, que llegaron a Abu Sueir,
cerca de Ismailía, siete días más tarde.99 Uno de los cazas tuvo problemas
mecánicos y tomó tierra en una pista al norte de Jartum, pero pudo ser recuperado
y se incorporó al siguiente convoy unos días más tarde. Vale la
pena detenerse brevemente en los aspectos más notables de los vuelos de
entrega.
En todos los casos, el convoy estaba liderado por un bombardero ligero,
normalmente un Blenheim, seguido de seis a ocho cazas en formación
abierta, como muestra la Fig. 10, de modo que desde el avión líder se pudiera
observar a todos en sus posiciones relativas a lo largo de las diversas
etapas. Durante 1940 y gran parte de 1941 sólo el bombardero llevaba radio,
comunicándose por gestos o movimientos preacordados entre aviones.
98 Evans, B. The decisive campaigns of the Desert Air Force, 1942-1945. Barnsley, UK:
Pen & Sword, 2014.
99 Richards, op cit.
Revista de Historia Militar, 130 (2021), pp. 124-142. ISSN: 0482-5748