206 ANTONIO PRIETO BARRIO
En esta plaza se le concede licencia de cuatro meses, por enfermo,
para la Península hacia donde emprende la marcha, cesando en el cargo de
ayudante. Embarca el día 31 de agosto en el vapor Notre Dame de Salut,
llegando a La Coruña el 20 de septiembre, pero no sería hasta mediados de
octubre cuando se dispone que cause alta definitiva en la Península32.
Habiendo fijado su residencia en Madrid, a finales de enero de 1899
es destinado al Cuartel General del 6º Cuerpo de Ejército, al que no llegaría
a incorporarse pues a mediados de febrero, por haber sido nombrado geodesta
cuarto del Instituto Geográfico y Estadístico, se le concede el pase de
situación a supernumerario sin sueldo33.
El reglamento del Instituto Geográfico establecía que su personal se
componía, entre otros y con carácter permanente, de jefes y oficiales de los
cuerpos de Artillería, Ingenieros y Estado Mayor, ingenieros civiles, Cuerpo
de Topógrafos —que se crea por esta disposición— auxiliares de geodesia
y portamiras. Además de personal auxiliar de sargentos, cabos y soldados
que fueran necesarios, en forma de destacamentos que proporcionaría el
Ministerio de la Guerra34.
En la situación de supernumerario permanece los siguientes años, con
diversas vicisitudes de carácter militar: en junio de 1906 se le concede el
empleo de comandante, en octubre de 1915 el de teniente coronel y en julio
de 1926 el de coronel, todos ellos del Cuerpo de Estado Mayor35.
32 Real orden de 19 de octubre de 1898 (DO núm. 234, del 32), como comprendido en la real
orden de 26 de agosto anterior (DO núm. 189), debiendo el capitán general de la primera región,
darle la colocación prevenida en la de 6 de noviembre último (CL núm. 303), ampliada
por la de 29 julio de este año (CL núm. 266), percibiendo el sueldo entero de su empleo hasta
que termine los referidos cuatro meses de licencia por enfermo.
33 Reales órdenes de 31 de enero (DO núm. 25) y de 18 de febrero de 1899 (DO núm. 39).
GALBIS, Testamento laboral, op. cit., p. 6: «No es de extrañar por lo tanto que, poco
después de mi regreso, con cuatro meses de licencia por enfermo, como todos los repatriados,
al ver que se me negaba el ocupar el destino en el Depósito de la guerra, que dejé al
marchar voluntariamente a Cuba, a la sazón vacante, y que le pedí renunciado a la licencia,
decidiera presentarme al concurso para ocupar una plaza de geodesta en el Instituto
Geográfico, correspondiente al Cuerpo de Estado Mayor. Esta plaza tenía el aliciente de
que no se perdía totalmente el carácter militar, porque era considerada como de servicio
activo, hasta el límite, de tener en aquella época, derecho a caballo y asistente; y hasta
nuestros días a los ascensos que correspondieran por antigüedad, sin necesidad de trabajo
alguno en filas».
34 Real orden de 27 de septiembre de 1870 (GM núm. 274, del 1 de octubre).
35 Real orden de 11 de junio de 1906 (DO núm. 122), con efectividad de 20 de mayo anterior.
Por otra de 22 de junio (DO núm. 131) se dispone continúe en la situación anterior. Real orden
de 5 de octubre de 1915 (DO núm. 223), por antigüedad, con efectividad de 7 de septiembre.
Por otra de 13 del mismo mes (DO núm. 230), se le confirma en la misma situación de supernumerario
sin sueldo que venía disfrutando en la 1ª Región y confirmado en su destino como
ingeniero geógrafo de primera clase en el Instituto Geográfico. Real orden circular de 7 de
julio de 1926 (DO núm. 150), con efectividad de 5 de junio de 1926.
Revista de Historia Militar, 127 (2020), pp. 206-232. ISSN: 0482-5748