PEDRO DE ILLANES, UN HOMBRE QUE QUISO SALVAR A LOS ... 25
de la cámara de Austria Inferior pidieron que durante la siguiente campaña, se
obligase a los soldados a pagar su contribución a la fundación y financiación
del hospital de campaña, o que ésta se dedujera de la paga en el momento de
percibirse.47 No es de sorprender que el archiduque Matías, también responsable
de la dirección de los asuntos húngaros de la Corona, informara de estos
asuntos al Emperador en su carta del 22 de junio de 1596 que envió a Illanes a
Óvár, en delegación oficial al Archiduque Maximiliano. El sacerdote español,
junto con el Mariscal (Feldmarschall) Schwarzenberg, tenía que convencer a
los Coroneles (Obrist) y a los Capitanes (Hauptmann) de que contribuyeran
con la paga de cada soldado a la fundación del hospital de campaña.48
Al año siguiente, 1597, una propuesta semejante al concepto de financiación
de Illanes, detallado más arriba, fue recogida en el borrador de
preparación de la Asamblea de Austria Inferior. Según sus disposiciones,
los soldados debían dar un centavo o dos cruzados por cada florín de paga
que recibieran para financiar los cuidados a los heridos hasta que llegaran a
un hospital. Los estamentos respondieron positivamente a la propuesta, de
modo que cancelaron una votación sobre sus propias contribuciones para la
creación de un hospital de campaña, indicando que era más fácil recaudar
los fondos necesarios de los mercenarios.49 El tema de la deducción en la
paga de los soldados por motivos similares también figuraba en las agendas
de las asambleas de 1600, 1601, 1602 y 1603. Para 1602, este plan de financiación
proponía incluir a todas las unidades militares de mercenarios.50
Como hemos visto, el sacerdote español, en su segunda petición, identificó
las dos principales fuentes de financiación para la creación de un futuro
hospital de campaña: las lismosnas y donaciones, y las sumas deducidas de la
paga de los soldados. No obstante, Illanes, en el mismo documento, enumeró
otros potenciales modos de financiación. Según el tercer punto de su petición,
los soldados deberían entregar una suma, determinada por una cuota preestablecida,
del botín obtenido en los saqueos o en otras acciones de guerra.
Para garantizar la debida entrega de los fondos de este tipo, y poder recaudar
más bienes de utilidad para el hospital, el sacerdote español opinaba que el
Empreador podría remitir una cédula ordenando que si el botín incluía objetos
susceptibles de ser de utilidad o necesidad para el hospital a criterio del administrador
de la institución, éste tuviera la primera opción de compra durante la
distribución y la venta de los bienes provenientes del botín (punto 4).51
47 ÖStA AVA FHKA HKA HF rN 79 Konv. 2. August 1599. Fol.: 263r-265r.
48 ÖStA AVA FHKA HKA HF rN 79 Konv. 2. August 1599. Fol.: 210r-v.
49 Heischmann, 1925, p. 217.; Stangler, 1972, p. 145.
50 Stangler, 1972, pp. 147-149.
51 ÖStA AVA FHKA HKA HF rN 79 Konv. 2. August 1599. Fol.: 213r.-230r.
Revista de Historia Militar, 127 (2020), pp. 25-40. ISSN: 0482-5748