VIVIDO Y CONTADO
Vista exterior del despacho «oval» del JEMAD.
Esta zona era su puente de mando; segura y aislada electrónica y física-mente,
contaba con todas las capacidades de Mando y Control operativas
(videoconferencia, mensajería y teléfono), tanto para enlaces nacionales como
internacionales, OTAN y Unión Europea incluidas, al servicio directo del
JEMAD.
—Almirante, a sus órdenes, buenos días, sin novedad.
—Mi coronel, gracias. ¿Tenemos prevista hoy alguna ronda?
—Sí, a las once iremos a ver los vestuarios del personal civil y las nuevas
calderas de gasoil. La semana que viene las estrenaremos.
La residencia del JEMAD se encontraba en un ala diferente del edificio,
separada de la zona del despacho por el patio de entrada al EMAD, donde está
ubicado el palo de señales y se iza la Bandera de España. Durante mi época
como JEMAD, instauré que se enarbolara la insignia del JEMAD cuando me
encontraba en el despacho y que la Bandera nacional se arriara al ocaso, en vez
de a las 20:00 horas... Costumbres navales en añoranza de mis tiempos en
cubierta.
Esta proximidad entre la zona de trabajo, el mando y control y el
alojamiento del JEMAD me resultaba realmente cómoda y me recordaba la
clásica estructura de un barco, con el camarote a un salto del puente o del
Centro de Información y Combate.
El pabellón del JEMAD era un magnífico apartamento en lo alto de la torre
del EMAD, con una deliciosa terraza hacia poniente y unas estupendas vistas
sobre los tejados de Madrid, un amplio espacio social, los alojamientos y una
754 Mayo