NOTICIARIO
primeros meses desde la erupción y que
continúan actualmente.
El buen estado ambiental del que la reser-va
ya disfrutaba en 2011 ha sido decisivo
para una pronta recuperación de especies y
comunidades, incluso las más afectadas,
como las macro algas o los moluscos.
Esta reserva marina constituye un apoyo
esencial para la pesca artesanal, que convive
con un sector de buceo de recreo que encuen-tra
en sus fondos marinos unos paisajes que
atraen a visitantes nacionales y de otros
países. El buceo de recreo en las reservas
marinas está regulado para buscar una expe-riencia
de calidad y compatibilizar la conser-vación
de los espacios marinos con la necesa-ria
sensibilización del buceador en el disfrute
de esta actividad de ocio.
Proyecto del IEO para estudiar el efecto de
los metales en el Mar Menor
Científicos del Instituto Español de Ocea-nografía
(IEO), en colaboración con el Insti-tuto
de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC),
el Laboratorio de Ciencias Ambientales Mari-nas
del CNRS francés y el Instituto Nacional
de Investigaciones Científicas de Quebec
(Canadá), comenzaron el 23 de marzo los
primeros muestreos de SEE-ME, un proyecto
que permitirá analizar mensualmente la
presencia de metales como el cobre, plomo,
zinc o hierro en el Mar Menor y estudiar
cómo sus concentraciones se ven afectadas
por eventos singulares como lluvias torren-ciales,
episodios de fuertes vientos o floracio-nes
masivas de algas.
Las áreas costeras son ambientes sensi-bles
sujetos a una gran presión antropogénica
a causa de la densidad de población e indus-tria
que suelen soportar. Entre estas presio-nes,
la contaminación por metales es una
preocupación prioritaria debido a los efectos
adversos que pueden producir en los ecosiste-mas.
En lagunas costeras, al ser sistemas
poco profundos con un intercambio reducido
con el mar, las concentraciones de metales
pueden ser uno o dos órdenes de magnitud
más altas que en aguas abiertas. Además,
estos sistemas son muy dinámicos y están
sujetos a variaciones físico-químicas que
pueden alterar el ciclo biogeoquímico de los
metales con rapidez.
El objetivo general del proyecto es estu-diar
cómo el ciclo biogeoquímico de los
metales traza en el agua se ve influenciado
por eventos ambientales singulares como
lluvias torrenciales, resuspensión de sedimen-tos
después de fuertes vientos o floraciones
de algas y eventos de eutrofización y cómo
todo esto afecta a la incorporación de los
metales por las microalgas y a lo largo de
toda la cadena trófica.
El trabajo propuesto combina un mues-treo
intensivo de campo, que se repetirá
mensualmente, con trabajo analítico de labo-ratorio.
«Esto permitirá, por un lado, estable-cer
el ciclo estacional de los metales y obser-var
su alteración por eventos ambientales
singulares y, por otro, estudiar la bioacumula-ción
de dichos metales a lo largo de la cadena
trófica, tanto con muestras naturales como en
disoluciones sintéticas en laboratorio», expli-ca
otra investigadora del Centro Oceanográfi-co
de Vigo del IEO y también corresponsable
de SEE-ME.
En los primeros muestreos se recogieron
muestras de agua y sedimento en varios
puntos del Mar Menor y se trasladaron al
laboratorio para llevar a cabo un tratamiento
antes de ser analizadas. Además de los meta-les,
se medirán otra serie de variables fisico-químicas
como la temperatura, pH y salinidad
del agua, la turbidez, la clorofila o la materia
orgánica, tanto en la fracción disuelta como
en la de partículas.
El proyecto SEE-ME, financiado en la
convocatoria 2019 de Ayudas a «Proyectos
de I + D + i» en el marco del Programa Esta-tal
de I + D + i Orientado a los Retos de la
Sociedad, contribuirá a ampliar el conoci-miento
sobre el comportamiento de los meta-les
en las áreas costeras y establecer cuáles
son las concentraciones de metales que
pueden tolerarse sin representar un riesgo
excesivo para el medio ambiente. Además,
estos resultados serán extrapolados a otros
sistemas de lagunas costeras del mundo con
características similares a las del Mar Menor.
Antonio PINTOS PINTOS
Contralmirante (Reserva)
810 Mayo