VIVIDO Y CONTADO
numerosas y diferentes acciones que demostraban el valor y la capacidad de
combate de nuestros soldados.
A raíz de esto, el Mando de Operaciones comenzó un proceso de investi-gación
sobre las actuaciones de valor y heroicidad de nuestras tropas a lo largo
del despliegue en Afganistán y en otras zonas de operaciones, e iniciamos un
procedimiento de reconocimiento y concesión, con efectos retroactivos, de
medallas al mérito con distintivo rojo a quienes, después de un exhaustivo
análisis, las habían merecido. Nuestros soldados, marineros y cuadros de
mando, nuestra gente, han sido siempre lo mejor de nuestras unidades y en
estas operaciones han demostrado su alto nivel de preparación, espíritu de
servicio y entrega.
Otra cuestión importante de nuestras operaciones era conseguir que la
sociedad conociera realmente el esfuerzo, la dedicación y el espíritu de servi-cio
de las Fuerzas Armadas en estos despliegues. La relación de los medios de
comunicación con las operaciones, especialmente en Afganistán, era compli-cada
por la discusión retórica sobre si estábamos o no en una guerra.
—Almirante —dijo el ministro de Defensa—, tenemos que facilitar a los
medios de comunicación el conocimiento de las operaciones. Vamos a apoyar
su desplazamiento a las zonas de operaciones y, cuando se pueda, el «empo-tramiento
» en nuestras unidades.
—Ministro, a la orden, me parece una decisión acertada.
El director de Comunicaciones del ministro tomó la palabra:
—Me pongo en marcha, gracias ministro.
Los medios de comunicación reaccionaron de una forma positiva ante esta
nueva política y actuaron con responsabilidad y seriedad en todos sus «empo-tramientos
» y visitas a nuestras unidades desplegadas.
De todas mis experiencias como JEMAD, el conocimiento, el contacto y el
ejemplo de todos nuestros soldados, marineros y cuadros de mando desplega-dos
ha sido el aprendizaje más motivador y gratificante, y demuestra que
nuestro trabajo ¡vale la pena! A todos ellos, ¡BZ!
760 Mayo