TEMAS PROFESIONALES
Un ejemplo claro es que una aeronave realizando un ataque es fácilmente
reconocible y es sencillo tomar acciones defensivas. Lo mismo ocurre con un
buque efectuando fuego naval de apoyo o cualquier otra acción bélica. Sin
embargo, es extraordinariamente complicado llevar a cabo una acción ofensi-va
contra una denegación de servicios de posicionamiento global (como el
GPS) o contra una acción ofensiva con un arma de energía dirigida, como
puede ser un láser de alta potencia.
Ante cuestiones complejas es necesario aplicar el método científico y
tender a simplificar la explicación, dividiendo los problemas en partes cada
vez más pequeñas para luego integrar las soluciones. Básicamente, intentaré
emplear el método analítico sintético que nos ayude a comprender una materia
árida, desestructurada y compleja como son las operaciones electromagnéti-cas.
De esta forma, trataremos de desglosar las acciones que engloban una
maniobra electromagnética para dar soluciones parciales a los problemas que
se desarrollan en el espectro que, me adelanto a decir, no solo está congestio-nado
y confrontado, sino también constreñido e incluso disputado. Para ello,
recurriremos a las tradicionales acciones de guerra electrónica como forma de
dividir el problema en partes menores. Deberíamos atender a los efectos mejor
que a las acciones, pero quizás complicaríamos la explicación. Descubramos
cómo podemos ganar ventaja táctica para conseguir la supremacía en el
enfrentamiento en el espectro electromagnético.
Acciones defensivas
Acceder al espectro, entre otras cosas, significa tener capacidad de detectar
las señales que se transmiten a través del éter por parte del adversario. Si
nosotros reducimos nuestra política de emisiones o incluso no transmitimos,
complicamos sobremanera algo tan sencillo como es nuestra detección. Las
políticas de emisión restrictivas son acciones que protegen a la fuerza, pues
disminuyen la probabilidad de ser detectados y, por ende, dificultan la maniobra
electromagnética del adversario porque le impiden conocer nuestra posición.
En el entorno electromagnético, la maniobra electromagnética se funda-menta
en complicar la localización de la fuerza mediante varias técnicas. En
el caso de la estrategia de letalidad distribuida, es la dispersión de los barcos,
pero también la reducción de las emisiones y la selección de las mismas que
menor riesgo tengan de ser captadas por el adversario. Por ejemplo, podemos
transmitir con muy baja potencia o con señales complejas de detectar, como
los radares de baja probabilidad de detección (LPI, low probability of inter-cept).
Si lleváramos este asunto con más rigor, deberíamos confrontar nuestro
glosario de emisores (OBE, Orden de Batalla Electrónico) con su capacidad
de captar señales para gobernar la política de emisiones de la fuerza. Además,
lo tendríamos que hacer también viceversa. Del estudio de los emisores y los
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