to, con 200 millones de reales; sin embargo, a partir de 1765 la tendencia
cambió y en 1769 el déficit ya llegaba a los 100 millones de reales (2). El
cambio de rumbo podría explicarse por la contienda anglo-española de 1761-63,
dentro de la Guerra de los Siete Años, que acabó con la derrota de España y la
pérdida de la Florida. El nuevo rey, que no mantuvo la política de neutralidad
de su antecesor, buscó a lo largo de todo su reinado resarcirse de este fracaso
inicial y en 1779 declaró, junto con Francia, la guerra a Inglaterra, apoyando
las pretensiones de las Trece Colonias, conflicto del que nacerían los Estados
Unidos de América.
Dado que los ingresos ordinarios de la Hacienda —aduanas, rentas provin-ciales
y monopolios— no eran suficientes para sufragar esta intervención, se
recurrió a fuentes de financiación extraordinarias —venta de títulos, elevación
del porcentaje de gravámenes, petición de aportaciones a la Iglesia— y de
manera muy importante a la creación de los vales reales, que eran títulos
de deuda pública —bonos redimibles a veinte años al 4 por 100 de interés—
que a la vez funcionaban como papel moneda.
En 1793 se produce la Guerra de la Convención contra la Primera Repúbli-ca
francesa, y muy poco después, en 1796, una nueva contienda contra Ingla-terra,
esta vez con Francia como aliada, que provoca un incremento de la
deuda que ya no puede ser soportada con la emisión de vales reales y que
pone al presupuesto de Marina en el punto de mira de Hacienda. Como conse-cuencia
de esta confrontación marítima, el débito sube a novecientos cuarenta
y cinco millones de reales, los vales reales se hunden y hay alza de precios
que provocan motines y algaradas en muchas ciudades españolas (3).
El temor al déficit sin embargo ya había aparecido antes: en 1785 llega a la
Secretaría de Hacienda Pedro López de Lerena, encontrándose con que este
no había dejado de crecer desde 1770. El nuevo secretario se empeñó en redu-cir
los gastos del Erario público, fijándose incluso en los de la Casa Real, pero
especialmente en los de la Marina, que tenía una elevada deuda proveniente
sobre todo de su sostenimiento logístico y acabó finalmente sufriendo un
reajuste de su gasto justo en el momento en que, junto con la Marina francesa,
podía hacer frente a la inglesa con posibilidades de éxito.
TEMAS GENERALES
pueblen y curen de las llagas de tan incesantes y crueles guerras, trabajos y desdichas que han
padecido desde que falleció Fernando el Católico». RODRÍGUEZ VILLA, Antonio: «Representación
de Ensenada a Fernando VI, 1751», en Don Cenon de Somodevilla, Marqués de la Ensenada:
ensayo biográfico. Madrid 1878.
(2) JURADO SÁNCHEZ, José: «Proyectos para reducir el gasto de la Hacienda española
durante el siglo XVIII». Cuadernos de Estudios Empresariales, núm. 14, 2004.
(3) CEPEDA GÓMEZ, José: «La Marina y el equilibrio de los océanos en el siglo XVIII»,
Actas de la VIII Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna. Madrid,
2-4 de junio de 2004.
2021 649