REVISTA EJÉRCITO
N.º 968 EXTRAORDINARIO NOVIEMBRE
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«porque es sin duda la de más importancia
de esta capital», decía el
proyecto.
El Palacio de Carta se abandonó definitivamente
el 1 de abril de 1881,
pero Weyler no ocuparía personalmente
el nuevo palacio hasta su llegada
a la isla el 5 de junio. Era su
segunda llegada oficial porque en
los años 1878 y 1879 había viajado
en uso de permiso a Mallorca y Madrid.
En la primera nadie le esperaba;
ahora todo el pueblo estaba en
la calle para vitorearle, sesenta embarcaciones
escoltaron la falúa que
le conducía al desembarcadero. En
todo el trayecto su calesa tirada por
cuatro bellos caballos tordos tenía
dificultad para atravesar el inmenso
gentío, veintiocho coches de caballos
le acompañaban en su recorrido,
todas las sociedades y organismos
públicos habían levantado un
arco de homenaje. Así, con mucha
dificultad y saludando sombrero en
mano a la multitud que le aclamaba,
llegó al nuevo Palacio de Capitanía
General, donde entró por primera
vez oficialmente para ser su primer
ocupante. Varias veces tuvo que
salir al balcón principal para corresponder
a los vítores que el pueblo le
dedicaba. Esa noche se celebró en
Capitanía una gran recepción donde
el Ayuntamiento le hizo entrega
del título de hijo adoptivo y las distintas
sociedades el de socio de mérito.
Mientras, en la calle el pueblo
seguía de fiesta; fiesta que continuó
al día siguiente.
Poco más de dos años después, el
domingo 9 de diciembre de 1883, el
teniente general Weyler recibía otro
baño de multitudes, equiparable al
anterior, esta vez como homenaje de
despedida, porque ese día embarcaba
en el mismo vapor África que lo
había traído hacía cinco años y ocho
meses, y salía por última vez del Palacio
de la Capitanía General de Canarias;
ese antiguo edificio de ciento
cuarenta años, que es, sin duda, el
de mayor prestancia y presencia de
la geografía urbana de Santa Cruz,
embellecido, si cabe, por la gran plaza
que tiene a su frente, y que lleva el
nombre del general, como no podía
ser de otra manera. Es también el palacio
una muestra perfecta de lo que
se ha dado en llamar «arquitectura
parlante», porque por sí solo habla de
la grandeza, importancia y prestigio
de la institución que alberga.
FUENTES
- El antiguo Santa Cruz, de Francisco
Martínez Viera.
- Historia de Santa Cruz de Tenerife,
de Alejandro Cionarescu.
- Calles y plazas de Santa Cruz de
Tenerife, de Juan J. Arencibia de
Torres.
- Apuntes históricos sobre la construcción
del Palacio de la Capitanía
General de Canarias, de Alfredo
Ezquerro Solana y José Padilla
Barrera.
- Arquitectura neoclásica en Canarias,
de M.ª Carmen Fraga González.
- Canarias triunfante, de Jonás Armas
Nuñez.
- El reflejo de Weyler en la prensa
de las Islas Canarias (1878-1883).
Conferencia del teniente general
José Ignacio Medina Cebrián.
- Archivo de Prensa Digital ULPGC.
- Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
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Detalle de la lámpara en el Salón del Trono