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EL MANDO
COMPONENTE
TERRESTRE DE LA
OPERACIÓN BALMIS
Fernando Maté Sánchez | General de brigada de Infantería DEM
Jefe de Estado Mayor MCANA
EL MCANA COMO MCT EN
LA OPERACIÓN BALMIS.
ANTECEDENTES Y
PROCESO DE TOMA DE
DECISIONES
Casi un año después del final de la
Operación Balmis no hay ninguna
duda de que ha sido el mayor esfuerzo
de las Fuerzas Armadas en territorio
nacional y en tiempo de paz.
Durante noventa y ocho días de duración
de la operación ciento quince
mil hombres y mujeres del Ejército de
Tierra han contribuido a salvar vidas,
encuadrados en el Mando Componente
Terrestre (MCT).
Habría que remontarse al año 2004,
tras los atentados del 11 de marzo en
Madrid, para recordar la última operación
de envergadura en la que las
Fuerzas Armadas, principalmente
unidades del Ejército de Tierra, aportaron
sus capacidades en beneficio
directo de la seguridad de los ciudadanos.
Se trataba de la denominada
«Operación Romeo-Mike», que consistió
en la vigilancia de infraestructuras
críticas.
Inmediatamente después de la entrada
en vigor del estado de alarma
el 14 de marzo, según el Real Decreto
463/2020, se establece el punto
de arranque para el planeamiento
y la ejecución de la Operación Balmis.
La operación debe su nombre
al médico militar del siglo xix,Francisco
Javier Balmis, que lideró una
expedición filantrópica para llevar la
vacuna de la viruela a los territorios
de ultramar.
Establecido el estado de alarma, la
ministra de Defensa dio instrucciones
al JEMAD para emplear la estructura
operativa de las Fuerzas
Armadas, activando los cuarteles
generales de los mandos operativos
permanentes a los que se unirían
la Unidad Militar de Emergencias y
la Inspección General de Sanidad.
Todos ellos permanecerían bajo
la dirección operativa del comandante
del Mando de Operaciones
(CMOPS).
La decisión de poner en manos de
las Fuerzas Armadas, de los militares,
una empresa tan incierta
y compleja en un escenario de
pandemia para luchar contra la
COVID-19 constituyó el primer pilar
fundamental para garantizar el éxito
de la misión. Como cita el general
Del Pozo en un artículo de la Revista
Española de Defensa1, «la ministra
para rubricar la unión entre todos
los mandos permanentes de la
Operación Balmis, creó un grupo de
WhatsApp con sus jefes».
PLANEAMIENTO DE LA
OPERACIÓN BALMIS.
EL MANDO COMPONENTE
TERRESTRE
De forma vertiginosa comienza el
planeamiento concurrente de la
operación casi solapándose el de nivel
estratégico-militar con la firma
de la Directiva Inicial Militar (DIM) del
JEMAD, con el planeamiento en el nivel
operacional y la firma del plan de
operaciones (OPLAN) 00103 Operación
Balmis por el CMOPS el mismo
día 16 de marzo, mientras en el nivel
táctico unidades de la UME y del ET
comenzaban a realizar patrullas de
presencia en diferentes localidades.
En el ET, y siguiendo el concepto de
«organización orientada a la misión»,
el GEJEME designó al actual SEJEME
y entonces general jefe del Mando
de Canarias, teniente general Carlos
Palacios Zaforteza, comandante
del Mando de Presencia y Vigilancia
Terrestre (MPVT)2, como comandante
del Mando Componente Terrestre
(CMCT). El general Palacios inmediatamente
se desplazó a Madrid para dirigir
la operación, inicialmente desde
un puesto de mando (PC) diseñado
ad hoc en la sede del Cuartel General
del Ejército aprovechando las óptimas
instalaciones de mando y control del
Centro de Situación del ET (CESET).