REVISTA EJÉRCITO
N.º 968 EXTRAORDINARIO NOVIEMBRE
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unidades a lo largo y ancho de todo
el globo terráqueo en cumplimiento
de las órdenes de las autoridades de
la nación.
Pero no es menos cierto que, con
igual desvelo y firmeza que allende
los mares, el Ejército ha tenido
un importante y destacado despliegue
interior en cometidos de defensa
del territorio nacional, control de
sus fronteras, apoyo a emergencias
y todos aquellos cometidos que han
venido surgiendo, y que solo nuestra
organización ha hecho frente a los
riesgos y amenazas a las que siempre
se ha estado expuesto.
Las ciudades de Ceuta y Melilla, las
islas y peñones de soberanía (Alhucemas,
Chafarinas, Peñón de Vélez
de la Gomera y Destacamento Naval
de Alborán), así como el archipiélago
canario no han sido ajenos al despliegue
y la presencia de las unidades del
Ejército desde su ya lejana conquista
o unión con el resto del territorio
nacional, pues al tratarse de zonas
fronterizas, han venido sufriendo
continuos ataques y acciones bélicas
muy importantes, circunstancias que
se han visto complicadas por su carácter
extrapeninsular.
Esa situación ha hecho que a lo largo
de los tiempos sus unidades hayan
debido desarrollar, de manera permanente,
cometidos de presencia y
vigilancia de los espacios de soberanía,
lo cual ha permitido detectar anticipadamente
las amenazas que se le
presentaban, facilitando una respuesta
inmediata y viable ante las diferentes
crisis y ataques que han afrontado.
En la actualidad, la responsabilidad
de la estructura operativa de los
ejércitos y Armada no radica en estos,
sino en el jefe de Estado Mayor
de la Defensa. Por Orden Ministerial
86/2012, de 4 de diciembre, se crearon
el Mando de Vigilancia y Seguridad
Marítima (MVSM) y el Mando
de Defensa y Operaciones Aéreas
(MDOA), integrando tras su creación
en 2013 al Mando Conjunto de
Ciberdefensa, para la ejecución por
parte de estos de operaciones permanentes
de la FAS como parte de
las operaciones que puede desarrollar
la Fuerza Conjunta1.
Las operaciones permanentes han
sido y son una eficaz herramienta
para mantener la vigilancia de los espacios
de soberanía, lo que permite
detectar por anticipado amenazas
y riesgos y, de esta manera, facilitar
una respuesta inmediata y viable
ante una potencial crisis. «Además,
las Fuerzas Armadas desarrollarán
sus misiones permanentes, frecuentemente
apoyando a las Autoridades
Civiles para hacer frente a desafíos
no siempre convencionales»2.
Definimos estas operaciones como
aquellas que están activadas constantemente
o que se activan de forma
periódica y recurrente:
» Vigilancia y seguridad en los espacios
marítimos de soberanía e
interés nacional.
» Defensa y operaciones en los espacios
aéreos de soberanía e interés
nacional y en el ultraterrestre.
» Presencia y vigilancia en el territorio
nacional.
» Colaboración con las autoridades
civiles y apoyo a las mismas, incluyendo
la intervención en emergencias.
» Vigilancia y defensa en el ciberespacio.
Dentro de la Fuerza Conjunta se encuentra
el Núcleo de Fuerza Conjunta
(NFC), organizado en tres bloques
en función del tipo de operaciones
asignadas.
Reconocimiento del litoral