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REVISTA EJÉRCITO
N.º 968 EXTRAORDINARIO NOVIEMBRE
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a multiplicar el número de equipos
en todas las unidades para proporcionar
una respuesta eficaz a las peticiones
recibidas.
Se han descontaminado hospitales,
centros de salud, residencias de ancianos,
comisarías, colegios, estaciones
de autobuses y de ferrocarril,
puertos, aeropuertos y un largo etcétera
de instalaciones civiles. Cabe
destacar el papel fundamental que
han desarrollado las unidades NBQ,
el regimiento NBQ, la Escuela Militar
de Defensa NBQ, los veterinarios
destinados en el ET y todos aquellos
militares que tras una formación adecuada
pasaron a formar parte de los
equipos de descontaminación y que
con su contribución han realizado
2575 descontaminaciones.
COLABORACIÓN Y APOYOS
A LAS FCSE
Para asegurar el cumplimiento de
las medidas de confinamiento, así
como el cierre y control de puestos
fronterizos, el Ministerio del Interior
solicitó apoyo al Ministerio de Defensa.
De este modo se permitió disponer
de un mayor número de efectivos
de las FCSE para ser empleados en
estas tareas.
En cuanto a la vigilancia de fronteras,
la Guardia Civil solicitó apoyo en las
provincias de Navarra, Huesca, Gerona,
Pontevedra, Orense, Zamora,
Cáceres, Badajoz, Ceuta y Melilla. Se
han realizado actividades de control
de puntos fronterizos estáticos, patrullas
por diferentes rutas y pasos
o por zonas asignadas en perímetro
fronterizo.
Respecto a las tareas de protección
de instalaciones e infraestructuras
críticas, como son centrales nucleares,
estaciones ferroviarias, puertos,
aeropuertos, estaciones eléctricas,
depósitos de agua, estaciones de regulación
de gas, etc., el MCT ha proporcionado
apoyos en las provincias
de Cáceres, Valencia y Badajoz, así
como en las islas de Mallorca, Ibiza
y Fuerteventura.
Como datos globales se han establecido
cuarenta y cinco controles fronterizos
junto a FCSE y se han montado
seis dispositivos de vigilancia de
instalaciones críticas.
APOYOS LOGÍSTICOS
Una de las capacidades claves del
ET es el apoyo logístico, y la disponibilidad
de material de campamento
de las unidades y medios de
transporte han permitido atender
las solicitudes de apoyo. En este
sentido las misiones en apoyo a
las autoridades civiles y sanitarias
más solicitadas fueron las instalaciones
de ampliaciones de áreas
de atención hospitalaria en grandes
hospitales como el de Segovia,
el Universitario Central de Asturias
en Oviedo, o el 12 de Octubre, Ramón
y Cajal o Gregorio Marañón de
la capital madrileña.
Otro esfuerzo considerable consistió
en la instalación y mantenimiento de
los tres grandes hospitales de campaña
desplegados en los recintos feriales
de IFEMA, en Madrid, la FIRA de
Barcelona o en la pista de atletismo cubierta
de Sabadell, en apoyo al hospital
Parc Taulí. También se han realizado
otro tipo de apoyos en beneficio de
los más desfavorecidos en albergues
para personas sin hogar o menores no
acompañados, así como el suministro
de agua potable y transporte desde diferentes
bancos de alimentos.
Cabe también mencionar en este aspecto
el enorme esfuerzo realizado
en apoyo al Hospital Central de la Defensa
Gómez Ulla de Madrid (HCD)
mediante la generación de la unidad
de apoyo del ET al HCD al mando de
un comandante de la Fuerza Logística
Operativa y que en su máximo esfuerzo
contó con doscientos cuatro
militares.
Pero uno de los cometidos más impactantes
que demuestra la gran
profesionalidad de nuestros mandos
y soldados fue el traslado de fallecidos
desde los centros hospitalarios
hasta los distintos depósitos temporales
de la Comunidad de Madrid. El
gran respeto por las víctimas honrándolas
y acompañándolas como
si fueran de los suyos, el espíritu de
servicio sin condiciones y la serenidad
en un escenario trágico son la
mejor seña de identidad de nuestros
militares.
Junto a los compañeros de la UME
que iniciaron este triste cometido
participaron miembros de las compañías
NBQ de las Brigadas Almogávares
VI de Paracaidistas y Guadarrama
XII, así como del Regimiento
NBQ1. En total, los miembros del
MCT realizaron cuatrocientos seis
traslados de fallecidos.
CONCLUSIONES
La primera conclusión a extraer es
que se ha demostrado la eficacia
de la estructura operativa de mandos
permanentes de las FAS y especialmente
del entonces MPVT, hoy
MOT, para la gestión de una crisis