revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2020
memoria histórica del EA 621
Hace 80 años
Expedicionarios
Las Palmas 4 agosto 1940
El nombramiento de Vigón,
«el mejor estratega del
Ejército», como ministro del
Aire, ha promovido el inmediato
reforzamiento defensivo
de las islas Canarias, además de
modernizar y crear una red de
defensa aérea con 24 Fiat CR-
32 extraídos de los regimientos
de Getafe y Tablada, se constituyó
el denominado 22 Grupo
Expedicionario de Caza, al mando
del teniente coronel Alfredo
Gutiérrez López .
El pasado 24 de julio, el personal
terrestre, los aviones, munición,
repuestos, automóviles y un
taller de reparaciones embarcaban
en Sevilla a bordo del Castillo
de Coca, que, con un notable retraso
debido a la mala mar, atracaba
siete días después en el muelle
frutero de Martinón, del puerto
de Las Palmas. Organizada la
descarga del material, caravanas
de camiones del Ejército lo han
transportado por la carretera de
El Goro al aeródromo de Gando,
llevando los aviones, desmontadas
hélices y planos (tal como viajaron)
a remolque, rodando sobre
su tren principal.
Hoy, con gran alborozo, ha
volado por primera vez sobre
Canarias el primero de los Fiat
expedicionarios.
Hace 80 años
Fatalidad
Palma de Mallorca 16 julio 1940
Esta mañana, cuando una patrulla
de Fiat CR-32 del 28
Grupo de Caza integrada por los
alféreces Abilio Quemada, Javier
Guibert y Ángel Yllera, finalizado
el servicio, hacía su aproximación
al aeródromo de Son San
Juan, al arrimarse inconscientemente
en exceso a uno de los molinos
de viento que abundan en la
zona, Yllera tuvo la mala suerte
de colisionar con el timón o «cola
» de él. Percatados sus compañeros
de las averías que había sufrido
su avión —el (3-254)— angustiados,
han seguido su marcha, con
el deseo ferviente de que alcanzara
el campo; anhelos que se han roto
cuando a muy poca distancia, desplomado,
caía a tierra convirtiéndose
en una bola de fuego.
Nota de El Vigía: Para la familia
Yllera, sin reponerse aún de la
pérdida de Alfredo en el frente,
la muerte con tan solo 22 años
de Quelo —como cariñosamente
llamaban a Ángel— frustró
en definitiva la carrera de Jaime,
quien tras haber combatido junto
a Morato se disponía a ingresar
en la Academia de Aviación
y, a petición de sus padres, con
harto sentimiento, abandonó el
Ejército del Aire.
Dedicado a los negocios marítimos,
refundó el Aero Club
De gafes y el 13
Fue —me contaba Vitorito con su peculiar gracejo— un día aciago;
pero así y todo, lo podemos contar...
El 13 febrero 1956 la Escuela Básica de Pilotos, ubicada entonces
en Matacán, programó a los capitanes Victoriano Sáez Esteban y José
Luis Fernández Pérez (1.ª y 2.ª promoción de la AGA) para un vuelo
local de entrenamiento en el T-6 (E.16-60/74- 89).
Tras el preceptivo chequeo probaron motor y se fueron al aire; por
poco tiempo, ya que una parada los llevó a tierra.
«Con el tren metido, con un ruido terrible y muy desagradable,
nos deslizamos por el suelo. Cuando se paró aquello, aunque habíamos
cortado todo, salimos a toda mecha, por si acaso. No nos había
pasado nada, pero, tan pronto llegaron los equipos de socorro, nos
metieron en una ambulancia y al botiquín, donde nos confirmaron
que no nos había pasado nada. Podíamos irnos.
Aún con el susto en el cuerpo, nos dirigimos a la piscina de la
base para tomar el sol y relajarnos. Allí, el agua era un bloque de
hielo. Después de comprobar que el hielo aguantaba, nos metimos
dentro para hacernos una fotografía. Pero... el hielo no aguantó y
nos hundimos, teniéndonos que ayudar para a salir fuera. ¡Casi nos
congelamos!
Viendo que teníamos un día ‘gafe’, nos fuimos al pabellón y nos
metimos en la cama, ese día sin salir, pues estábamos ‘gafaos’».
Nota de El Vigía:
Increíblemente (hay que ver las fotos), el T-6 fue reparado en
AISA y poco más de un año después volvía a Matacán y, después
de algún que otro destino, se le dio la baja en junio de 1981. En
cuanto a nuestro amigo Vitorito, de comandante fue pionero de
los apagafuegos; hizo el primer curso de este avión en Montreal
(Canadá), donde las bajas temperaturas, nieve y hielo hubieron de
recordarle su ya antigua experiencia. En 1970 trae en vuelo para el
803 Escuadrón uno de los dos primeros Canadair. Reconvertida en
1973 la citada unidad en el 404 Escuadrón, al año siguiente, con el
empleo de teniente coronel, toma el mando del mismo. Más adelante,
ya coronel (foto), era nombrado jefe de la base aérea de Getafe.