la torre de Cuatro Vientos dosier 521
en Cuatro vientos, fue el piloto. Las fotos al pie de la torre
nos muestran las cálidas felicitaciones del rey al piloto.
Tras la evolución del ingenio que La Cierva realizó en
años posteriores, el día 16 de febrero de 1934 realizó una
exhibición del modelo C.30P, posiblemente la versión
plenamente madura desde el punto de vista técnico del
autogiro. En esta ocasión el destinatario comercial de la
exhibición fue el ministro de la Guerra. Con poco éxito,
como es bien conocido.
ETAPAS FINALES Y PRESENTE DE LA TORRE DE
SEÑALES
La situación de Cuatro Vientos, en relación con la estabilización
del frente al sur de Madrid a finales de 1936
durante la Guerra Civil, hizo al aeródromo prácticamente
inutilizable, al estar muy próximo a la línea de fricción
entre ambos ejércitos. Durante los primeros días de la
guerra, la torre recibió el impacto de un obús de 155 mm
disparado por los sublevados contra el aeródromo, al declararse
este a favor de la República. Afortunadamente,
la torre, aunque dañada, conservó su integridad y pudo
ser reparada posteriormente sin mayores consecuencias.
Tras la creación del Ejército del Aire en la posguerra,
Cuatro Vientos se integró en la red de bases aéreas y aeródromos
del mismo, dotando a la torre de medios de
control modernos para ejercer dicha labor. No obstante,
a pesar de su falta de idoneidad para esta nueva etapa de
la aviación en España, continuó en servicio hasta
la construcción de la nueva torre de control situada
en la zona correspondiente al aeropuerto
Madrid-Cuatro Vientos.
Sin embargo, esta retirada de servicio supuso
la puesta en valor de la torre de señales como
símbolo y ubicación solemne, por lo que desde
entonces ha continuado siendo testigo principal
de numerosos actos y efemérides de gran
relevancia. Contando, como antaño, con la presencia
frecuente de las más altas autoridades,
incluidos los miembros de la Casa Real.
Como más destacados se pueden nombrar
el curso de helicópteros de S. M. el rey Juan
Carlos I, el 75 aniversario del Real Aeroclub de
España (RACE), la visita del entonces príncipe
de Asturias con su promoción de la AGA, el 50
aniversario del vuelo del Cuatro Vientos de Barberán
y Collar, las visitas a la base de SS. MM.,
tanto del rey Juan Carlos I como de Felipe VI,
el 75 aniversario de la aviación militar española,
visitas de diferentes ministros de Defensa,
las sucesivas ediciones de las Jornadas Municipales
sobre Catástrofes mediante complejos
simulacros organizados por el SAMUR, la conmemoración
del 75 aniversario del vuelo Madrid
revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2020
Manila, la despedida simbólica del último reemplazo
del servicio militar obligatorio y el Centenario de la Aviación
Militar española.
Capítulo aparte merecen las dos jornadas de la juventud
celebradas en Cuatro Vientos, en las que sucesivamente
los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI congregaron
enormes multitudes, literalmente millones de personas,
procedentes de todos los rincones del planeta. Un monumento
a Juan Pablo II, situado a pocos metros de la
torre señala y recuerda la celebración de estos actos de
dimensión universal que también tuvieron como testigo a
la torre de Cuatro Vientos.
Así, perdida su utilidad aeronáutica, la emblemática torre
de señales de Cuatro Vientos, muy probablemente la
más antigua torre de control del mundo, continúa la tradición.
Su papel simbólico, depositario de los más altos
valores militares y aeronáuticos, se manifiesta así como
un puente entre un pasado glorioso y un futuro plagado
de retos y desafíos.
Este papel, que se acrecienta año tras año, debe de
marcar el futuro de la torre. Es tarea de todos los miembros
del EA, a pesar de la ya endémica carencia de recursos
para conservar nuestro patrimonio histórico, asegurar
su conservación y legado a los que nos sucedan, procurando
además una mayor apertura a la ciudadanía de un
patrimonio histórico de valor incalculable, pero aún muy
desconocido. n
La torre en la actualidad