HISTORIAS DE LA MAR
caja de madera). Además estaban en la banda equivocada, y estimulados sin
duda por una explosión que les proyectó «líquido a gran temperatura», se
alejaron remando «a la india» (eso me dijo el 3.er oficial) hasta que, según uno
de los agregados, «hemos parado de remar, puesto que las energías las teníamos
prácticamente quemadas».
El radio continuó alerta al tráfico de socorro, pero cuando la escora hizo
«imposible mantenerse en pie en la estación» tuvo que cerrar el chiringuito, y
la costera registró que a las 22:30 el Bonifaz ya no respondía a sus llamadas.
Poco antes Gabriel Torrente, que así se llamaba el timonel, había aparecido
para llevarle un chaleco, y por él se enteró después, con cierto cabreo, de que
el bote de Br no estaba esperándoles como suponía, sino que había desaparecido
en la oscuridad. El radio y el timonel hicieron otro intento de arriar el
bote de Er, pero con una escora que debía de rondar los 40º era tiempo perdido;
pragmáticamente, el timonel volvió junto al capitán, que debía de estar en
el alerón de Br, y cuando el agua les llegó al pecho salieron nadando. El radio
siguió en sus trece hasta que la cubierta de botes se transformó en un tobogán
que lo envió a la otra banda con un castañazo de camino. finalizado el
«desliz», oyó cómo el capitán y el timonel le llamaban desde el agua, y al
saltar desde un pasamanos arrebató al pobre Amézaga la gloria de ser el último
en abandonar el barco, que se hundió ante sus narices hacia las 22:45. Tras
nadar una hora «gritando como desesperados» en una noche sin luna y con
niebla cerrada, tuvieron la chiripa de ser recogidos por el bote de popa, que
navegaba con el contramaestre al timón y las «antenas» puestas.
A bordo del Fabiola, tras el abordaje se vivieron momentos de gran
emoción, porque la cubierta se deformó lo suficiente para hacer saltar la tapa
del tanque, produciendo un rebose y originando un incendio: en un alarde de
eficacia, dos equipos atacaron el fuego y, tras inundar el tanque con vapor, el
problema quedó resuelto en unos 15 minutos. Quedaban otros focos en toldilla,
originados por la carga inflamada en el agua y que, al afectar a interiores,
les tuvieron liados hasta medianoche. Los franceses registraron el SOS del
Bonifaz a las 22:13 (seguimos con hora corregida), y a las 22:18 su capitán
ordenó d’émettre un SOS spécifiant que le fabiola a aussi le feu à bord; en
su parte, Juhel especificó que era un SOS circonstancié, y lo anuló a las
22:43, pero los SOS se emitían por grafía en 500 Kc, y nadie pareció oír el
suyo en esa frecuencia. En cambio, a las 23:03 Coruña Radio escuchó a la
costera francesa de Arcachon transmitir un Mayday del Fabiola que había
recibido en 2.182 Kc (la frecuencia de socorro en fonía) a través del Djemila,
otro petrolero francés; a las 23:33 Arcachon transmitió la anulación de este
mayday (recibida también a través del Djemila), que tampoco parece haber
recibido nadie más. Consta que a las 23:27 el Fabiola contactó en grafía con
Vigo Radio para informar que procedía a la posición del SOS, y cuando, a las
23:48, la costera le pidió su posición, contestó «nueve millas al norte del
Bonifaz».
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