torpedos y, por último, el
espacio restante se destinaba
para alojamiento de la dota-ción
y el comandante del
buque. Es, por tanto, obvio y
de la propia distribución se
deduce, que los espacios desti-nados
para la dotación eran
extremadamente escasos y
reducidos, dando lugar a inco-modidades
propias de la estre-chez
de los mismos. A todas
estas molestias, había que
sumarle la elevada temperatu-ra
que desprendía la acción del
elevado y constante calen-tamiento
de sus máquinas
mediante carbón, que se trans-mitía
a todos los espacios inte-riores
del torpedero. El calor,
TEMAS GENERALES
Evolución real del diseño del torpedero desde el uso
las estrecheces y la constante
del torpedo de botalón hasta el Whitehead.
trepidación que el movimiento
(Foto: Rafael Monleón)
de su hélice producía durante
la marcha en las travesías, hacían casi imposible la vida a bordo, siendo nece-saria
la aminoración de la velocidad, y la constante supervisión de sus máqui-nas
en aras a lograr un relativo descanso durante las singladuras más largas.
Inicialmente, los torpederos llevaban calderas alimentadas por carbón.
Para su tripulación, siempre se buscaban fogoneros de primera, pues era difí-cil
alimentarlas en plena marcha y con los embates del mar. Pero además su
columna de humo impedía el factor de la sorpresa, añadiendo otro inconve-niente.
Fue debido a todo ello que en los torpederos se ensayase inicialmente
las calderas alimentadas con combustible líquido (tipo gasolina), por las
ventajas que esto podía reportar en esos barcos tan pequeños y rápidos. Los
inicios de las modificaciones están en Alemania y Estados Unidos, en torno a
1895.
A pesar de todos los inconvenientes que presentaba este tipo de buques, las
marinas de guerra de todo el mundo se apresuraron a proveerse de una canti-dad
ingente de torpederos, sin duda más por rivalidad que por la eficacia y
fiabilidad de este tipo de embarcaciones. La experiencia aportada de todos
estos países poseedores de cuantiosas escuadras de torpederos, ponían de
manifiesto las grandes carencias marineras de los torpederos en alta mar,
lamentables condiciones de habitabilidad y cuantiosas averías originadas en la
gran mayoría de las ocasiones, por el nefasto comportamiento de este tipo de
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