NOTICIARIO
Alemania
Adquisición de cinco aviones P-8A
Poseidon.—La mayor compañía de construc-ciones
aeronáuticas, Boeing, ha ganado el
contrato millonario para construir cinco avio-nes
de patrulla marítima P-8A Poseidon para
la Aviación Naval alemana o Marineflieger.
El primer aparato está previsto sea entregado
en 2024 para sustituir gradualmente a las
ocho unidades de la flota de aviones MPA
P-3C Orion. Alemania es la octava nación
que adquiere el P-8A, junto con los Estados
Unidos, Australia, India, Reino Unido,
Noruega, Corea del Sur y Nueva Zelanda. El
17 de junio, Boeing firmó el acuerdo con las
compañías alemanas ESG y Lufthansa como
colaboradoras en la integración del sistema,
adiestramiento y mantenimiento. Varias
compañías alemanas suministran componen-tes
del P-8A como el grupo Aircraft Philipp
GmbH, Aljo Aluminium-Bau Jonuscheit
GmbH y Nord Micro GmbH. Actualmente,
hay 135 P-8A operativos desplegados por
todo el mundo y su adquisición supone para
la Marina alemana un claro avance en las
áreas de guerra antisubmarina o ASW, guerra
de superficie o ASUW, inteligencia, vigilancia
marítima, reconocimiento y capacidad SAR.
Este avión puede llevar una amplia panoplia
de armas que incluyen misiles antibuque
Harpoon, minas, torpedos y hasta 129 sono-boyas.
Este avión tiene dos variantes, la
P-8A, adquirida por todas las naciones excep-to
la India, que utiliza la versión P-8I.
Australia
La Marina tendrá ocho submarinos
nucleares.—Australia, el Reino Unido y los
Estados Unidos han acordado la creación de
una triple entente estratégica, denominada
AUKUS, para la región Indo-Pacífico, como
respuesta a la reciente pujanza naval china en
esta área estratégica. La primera iniciativa de
la triple alianza es proporcionar a Australia la
tecnología suficiente para que su Marina
pueda disponer de submarinos nucleares de
ataque (SSN), buque adecuado por las dimen-siones
del área especificada. En principio, la
idea del Gobierno australiano es construir
ocho SSN en los astilleros australianos, con
el soporte de los astilleros norteamericanos
que, con anterioridad, han apoyado la cons-trucción
de los nuevos SSN británicos clase
Astute y que en su día solucionaron los múlti-ples
problemas de los seis submarinos clase
Collins australianos de ingeniería sueca.
Naturalmente, esto significaba la cancelación
inmediata del contrato que Australia firmó en
2016 con el Naval Group francés, para la
construcción de 12 submarinos convenciona-les
clase SEA 1000 Attack o Shortfin Barra-
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