Sáez-Garrido J.D., et al.
General de Sanidad de la Defensa (IGESANDEF) y de los cua-tro
Mandos Componentes: Terrestre, Marítimo, Aéreo y Emer-gencias.
Concretamente, la IGESANDEF ha actuado bajo la direc-ción
operativa del CMOPS, y ello ha permitido que las unidades
de IGESANDEF, como el HCD, hayan recibido valiosos apoyos
de los otros Mandos Componentes y de unidades dependientes
de la IGESANDEF, como el Centro Militar de Farmacia, el
Centro Militar de Veterinaria y el Centro de Transfusión de las
Fuerzas Armadas.
El HCD ha recibido del Ejército del Aire y de la Brigada de
Sanidad del Ejército de Tierra (BRISAN), material de vigilan-cia
intensiva como respiradores de UCI, equipos de anestesia y
respiradores portátiles. Ello ha permitido triplicar el número de
camas de UCI, que ha sido un apoyo fundamental en la situa-ción
crítica que teníamos
El Ejército del Aire ha enviado una planta generadora de oxí-geno
de la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue, con personal
de presencia 24 horas para realizar el relleno de balas de oxígeno
de los pacientes ubicados en el gimnasio.
El Ejército de Tierra (ET), a través de la BRISAN, ha apo-yado
al HCD proporcionándole un contenedor morgue, con
el que se ha podido llevar a cabo una adecuada gestión de los
cadáveres, y otro contenedor frigorífico para el almacenado de
alimentos congelados.
La Armada, por su parte, ha puesto a disposición, aparte de
personal de apoyo, su Alojamiento Logístico «Fragata» para la
convalecencia y el aislamiento del personal sanitario que resultó
infectado.
La Unidad Militar de Emergencias ha colaborado en el
transporte de pacientes a los hoteles medicalizados, así como en
el traslado de cadáveres al Palacio de Hielo, constituyendo una
excelente ayuda en la gestión de la crisis.
La Subsecretaría de Defensa y la Dirección General de Perso-nal
del Ministerio de Defensa nombró en comisión de servicio a
52 oficiales médicos (fundamentalmente médicos especialistas en
cuidados intensivos, medicina interna, neumología y en medici-na
de familia) oficiales farmacéuticos y oficiales enfermeros que
estaban en situación de reserva o destinados en otras unidades.
Además el HCD contó con la colaboración de los alféreces
alumnos de la Escuela Militar de Sanidad que se encontraban en
la fase final de su período de formación.
Además de lo ya mencionado, el HCD ha sido reforzado con
personal procedente de diversas Unidades.
60 militares de la Agrupación de Apoyo Logístico 11, que
han prestado apoyo en el equipo de lavandería, equipo de coci-na,
equipo de apoyo general y equipo de frigoristas.
1 militar de la Agrupación de Apoyo Logístico 61 que ha
prestado apoyo en el equipo de cocina.
1 militar de la Agrupación de Transportes que ha prestado
apoyo en el equipo de cocina.
4 militares de la Dirección de Acuartelamiento (Unidad de
Servicios de Acuartelamiento (USAC) «San Pedro», USAC
«Muñoz Castellanos», USAC «San Cristóbal», Unidad de Ser-vicios
de Base «Cavalcanti»), que han prestado apoyo como fon-taneros,
en el equipo de mantenimiento.
73 militares de la Agrupación de Sanidad nº 1 del ET: 2 Ofi-ciales
enfermeros y 71 FSET3 (Formación Sanitaria del ET de
78 Sanid. mil. 2020; 76 (2)
Imagen 4. Contenedor generador de oxígeno. Fotografía de los
autores.
Nivel 3). Los FSET3 son militares especializados en apoyo sani-tario,
con una formación equivalente a Auxiliar de Enfermería.
20 militares del Regimiento de Especialidades de Ingenieros
11, que han prestado servicio en el equipo de mantenimiento,
como albañiles, fontaneros y electricistas.
48 militares del Regimiento de Artillería Antiaérea 71, que
han prestado servicio como celadores.
48 militares del Regimiento de Guerra Electrónica 31, que
han prestado servicio como celadores.
7. LECCIONES APRENDIDAS
El HCD ha experimentado una transformación como pro-bablemente
nunca antes, al objeto de adaptarse a una situación
de bajas masivas como consecuencia de la pandemia Covid-19.
Asumir esta situación de máxima exigencia no hubiera sido
posible sin el apoyo recibido, tanto de los Ejércitos como de la
sanidad civil, tanto en lo referente a personal, como a material.
Sin olvidarnos de la incondicional entrega de todos sus traba-jadores,
civiles y militares, sanitarios y no sanitarios, que han
trabajado juntos en un ejemplo de unidad frente a un enemigo
común. También, ha sido de crucial importancia la coordinación
entre el HCD, la IGESANDEF, el Mando de Operaciones, la
Subsecretaría de Defensa y el resto de organismos del MINIS-DEF
para poder efectuar una adecuada gestión de la crisis.
La optimización de la gestión del material y del personal ha
demostrado ser de extraordinaria importancia en la situación vi-vida,
y debe tenderse a agilizar ambas. Así como, y con objeto de
prepararse para circunstancias similares, mejorar en el hospital
el sistema de doble circuito, limpio y sucio, para optimizar la
gestión de pacientes.
Todas estas actividades deberían estar integradas en un sis-tema
de planificación y preparación de un instalación sanitaria
militar como el HCD, ya que una posible nueva pandemia, como
la sufrida por el Covid-19, requiere de una amplia implicación
del personal hospitalario, además de la participación activa de
los organismos de mando y de todos los sectores de la comuni-dad
civil (9).
Sería altamente recomendable la realización de un estudio de
necesidades de material sanitario de urgente abastecimiento en