Farmacia Militar en la crisis sanitaria por la COVID-19
Sanid. mil. 2020; 76 (2) 97
Ministerio de Defensa, considerados básicos para la atención
a la salud de los miembros de las Fuerzas Armadas en los cam-pos
logístico-operativo y asistencial, y la fabricación de medi-camentos
por causas excepcionales relacionadas con la salud
pública y la elaboración de antídotos ante agresiones NBQ.
En este artículo, se identifica el término «recurso sanitario»
como el grupo de material formado por los medicamentos,
productos sanitarios, cosméticos, productos de higiene perso-nal,
equipos de electromedicina y sus repuestos, así como la
sangre y hemoderivados.
Farmacia Militar ha participado con todas sus capacidades
en la excepcional situación creada por el SARS-CoV-2 en la cri-sis
sanitaria por la COVID-19, a través de las diferentes estruc-turas
en las que se integran los oficiales farmacéuticos para el
desarrollo de sus cometidos.
Ante la crisis sanitaria por la COVID-19, y una vez decre-tado
el estado de alarma, el Ministerio de Defensa puso en
marcha la Operación Balmis: Bajo la autoridad del Jefe de Es-tado
Mayor de la Defensa (JEMAD) y el mando operacional
del Comandante del Mando de Operaciones (CMOPS) se han
empleado los medios de las Fuerzas Armadas en apoyo a las
autoridades civiles. En el planeamiento de la Operación parti-cipó
la Jefatura de Sanidad Operativa (JESANOP) integrando
representantes del Cuerpo Militar de Sanidad, entre ellos a un
oficial farmacéutico, en el Grupo de Planeamiento Estratégico
(GPE) para la redacción de la Directiva Inicial Militar (DIM) y,
una vez elaborada la DIM, en el Grupo de Planeamiento Ope-racional
(GPO) para la elaboración del Plan de la Operación
(OPLAN). Durante la ejecución de la operación, JESANOP
apoyó reforzando la estructura de la sección MOPS/JMED, me-diante
la integración de oficiales en su estructura. La misión del
oficial farmacéutico fue analizar y proporcionar información,
y asesorar al Comandante de la Operación (CMOPS) para la
toma de decisiones en el ámbito de los recursos sanitarios, y
contribuir en las áreas del apoyo sanitario al personal intervi-niente
y en la ejecución de apoyos solicitados por las autorida-des
civiles en materia de sanidad. En el ámbito farmacéutico:
1) Actualización del catálogo de capacidades y equipamiento
sanitario disponible en los Ejércitos y la Armada para atender
a las solicitudes de apoyo, tanto de las autoridades civiles como
de la Red Sanitaria Militar. 2) El sostenimiento de la operación
en el ámbito de los recursos sanitarios, asesorando a CMOPS
en la dirección y coordinación de las necesidades logísticas de
los Mandos Componentes, incluida la Inspección General de
Sanidad de la Defensa (IGESANDEF), para una distribución
acorde con las misiones asignadas a cada mando y la adecuada
protección del personal interviniente.
Por su parte, desde la IGESANDEF, se comisionó desde
el principio de la Operación Balmis a un oficial farmacéutico
como punto de contacto (POC) con el MOPS. La IGESAN-DEF
bajo Dirección Operativa del Mando de Operaciones ha
puesto sus capacidades en favor de la Operación Balmis, todas
ellas sincronizadas en la conducción ejercida por el Coman-dante
del Mando de Operaciones. Este oficial farmacéutico ha
acompasado la labor de la IGESANDEF mediante el contacto
directo y permanente con la célula JMED, y con el Centro de
Operaciones del MOPS, y con la información diaria enviada
en forma de SITREP, o resumen diario de todas las activida-des
que IGESANDEF ha llevado a cabo, desde la ocupación
de las camas de los hospitales militares, hasta la producción
de medicamentos y productos sanitarios del Centro Militar de
Farmacia de la Defensa (CEMILFARDEF), así como las acti-vidades
de los psicólogos y veterinarios militares involucrados
en tareas de desinfección o vigilancia epidemiológica, sin olvi-dar
la labor normativa del Instituto de Medicina Preventiva.
El informe enviado por la IGESANDEF al MOPS se incluía
en la información diaria generada por el MOPS para ofrecer
una única misión de las Fuerzas Armadas en la lucha contra
el SARS-CoV-2.
La logística de los recursos sanitarios en la Operación Balmis
ha sido ejecutada a través de: 1) Los canales logísticos sanita-rios
de los Ejércitos y la Armada, a través de sus Direcciones de
Sanidad, unidades logísticas sanitarias y servicios farmacéuticos
militares ubicados por toda la geografía nacional. 2) El Centro
Militar de Farmacia de la Defensa (CEMILFARDEF) y el Ser-vicio
de Farmacia del Hospital Central de la Defensa «Gómez
Ulla» (HCD), encuadrados en la Red Sanitaria Militar de la
IGESANDEF.
En base a criterios de eficacia y eficiencia logística, ante la
emergencia sanitaria y la magnitud de los recursos sanitarios
implicados en la gestión de la crisis, y en particular el volumen
del material de protección individual necesario (mascarillas,
monos, gafas, pantallas faciales, guantes, batas, pijamas, delan-tales,
sudarios, botas, gorros, calzas, así como virucidas, alco-holes,
y diverso material de limpieza sanitaria) desde el inicio
de la Operación Balmis, por decisión del CMOPS, se asignó al
Mando Componente Terrestre (LCC) la gestión de este material
como órgano logístico líder. Se crea una estructura emplean-do
las capacidades del Mando de Apoyo Logístico de Ejército
de Tierra (MALE), en coordinación con la IGESANDEF, y el
asesoramiento técnico de oficiales farmacéuticos integrados en
diversas estructuras, significando la de una oficial farmacéutica
de la DISAN ET comisionada durante toda la Operación en la
Dirección de Adquisiciones (DIAD) del MALE.
Durante la Operación Balmis, estas capacidades han sido
esenciales para afrontar la crisis sanitaria para: 1) La gestión de
las adquisiciones. 2) El almacenamiento del material sanitario
en el Parque y Centro de Abastecimiento de Material de Inten-dencia
(PCAMI). 3) El almacenamiento en la Unidad de Apoyo
Logístico Sanitario (UALSAN) de los recursos sanitarios más
críticos y equipos de electromedicina. 4) El transporte y la distri-bución
de los recursos sanitarios allí donde fueron demandados.
La Operación Balmis ha demandado un volumen de recur-sos
sanitarios sin precedentes, en un momento de gran dificultad
para la adquisición en los mercados, la mayoría extranjeros, por
la gran demanda internacional en muy corto periodo de tiem-po.
Esto ha dificultado la disponibilidad tanto para las materias
primas, en el caso particular del CEMILFARDEF, como para
la mayoría de los recursos sanitarios. Se ha identificado la ne-cesidad
de disponer de una reserva estratégica de recursos sani-tarios
para no alterar la operatividad de las Fuerzas Armadas y
sostener sus misiones, así como de un almacén estratégico para
su custodia, bajo los requerimientos técnicos exigidos a estos re-cursos
por la normativa nacional y europea.
Desde la Subinspección General de Apoyo y Ordenación
Farmacéutica de la IGESANDEF se ha asesorado, dirigido