Farmacia Militar en la crisis sanitaria por la COVID-19
Sanid. mil. 2020; 76 (2) 105
tras su finalización para el apoyo analítico al personal y contin-gentes
en su reincorporación y despliegues, tanto en territorio
nacional como en el teatro de operaciones.
El Servicio de Farmacia de la UME, también perteneciente
al RAIEM, ha visto paralelamente incrementada su actividad
habitual con la incorporación de nuevos cometidos derivados de
la participación en la Operación Balmis: gestión de adquisicio-nes
de recursos sanitarios y su distribución a los intervinientes
de la UME, así como la gestión de los residuos biopeligrosos
generados por los mismos, elaboración de soluciones de desin-fectantes,
y la realización de análisis químicos de las soluciones
desinfectantes empleadas en espacios públicos y residencias de
mayores, entre otros.
Crisis sanitarias: Reserva estratégica y almacén estratégico de
recursos sanitarios.
La COVID-19 no ha sido la primera crisis sanitaria que ha
tenido lugar en nuestro país en los últimos veinte años, aunque
sí la de mayor envergadura. En cada una de estas crisis se iden-tificó
la necesidad de una reserva estratégica de recursos sanita-rios
específica, tanto para las Fuerzas Armadas como para toda
la nación, y la necesidad de disponer de un almacén estratégico
conjunto para su almacenamiento bajo custodia del Ministerio
de Defensa. Se pueden identificar en el pasado más reciente las
siguientes crisis sanitarias:
– Crisis sanitaria internacional ante la amenaza de un ata-que
bioterrorista a la población con el virus de la viruela, en
los meses siguientes al ataque a las Torres Gemelas, el 11 de
septiembre de 2001. Esta amenaza llevó a los países de nuestro
entorno a constituir una reserva de vacuna de la viruela. En
nuestro país, a través del Ministerio de Sanidad y del Minis-terio
de Defensa, se constituyó una reserva estratégica vacuna
de la viruela, congeladas a -20ºC, con el correspondiente disol-vente
para la reconstitución de la vacuna liofilizada, y las agu-jas
bifurcadas para su administración. Esta reserva estratégica
permanece almacenada y custodiada en el CEMILFARDEF
desde finales de 2002.
– Crisis sanitaria internacional provocada por la gripe A
(H1N1). Ante la posibilidad de una pandemia internacional, el
Ministerio de Sanidad constituyó una reserva de los antivirales
TamifluR y RelenzaR que permanece almacenada desde 2009 en
la UALSAN. Así mismo, el CEMILFARDEF fabricó entonces
más de treinta millones de dosis de fosfato de oseltamivir, y al-macena
y custodia el principio activo.
– Crisis sanitaria internacional provocada por la epidemia
del virus Ébola, en el año 2014. El Ministerio de Sanidad, a
través del Instituto Nacional de Gestión Sanitario (INGESA)
constituyó una reserva estratégica de equipos de alta protección
biológica individual (EPIs) para su empleo por personal sani-tario
en el caso de extensión de la epidemia. Ha permanecido
custodiada desde entonces por el CEMILFARDEF, primero
en sus instalaciones de Córdoba, y desde finales de 2018 en las
de Burgos, hasta ser distribuida en su totalidad al comienzo de
la crisis sanitaria por la COVID-19, constituyendo un recurso
esencial para afrontar los primeros días de la crisis.
– Otras enfermedades emergentes o reemergentes han ge-nerado
la necesidad en nuestro país de disponer de una reserva
estratégica de determinados medicamentos. Su custodia, y en al-gunos
casos fabricación, ha sido encomendada al Ministerio de
Defensa, mediante un convenio de colaboración con la AEMPS:
antiviral ribavirina, antitoxina diftérica, y medicamentos para
enfermedades infecciosas de alto riesgo (EIAR).
La constitución de estas reservas estratégicas nacionales
desde el año 2002, ha precisado de diferentes ubicaciones, que
debían cumplir los requisitos exigidos para el almacenamiento
de medicamentos y productos sanitarios. El CEMILFARDEF,
el Servicio de Farmacia del HCD, y la UALSAN, han sido sus
custodios.
Desde 2017 se ha trabajado en un proyecto conjunto en-tre
el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Defensa para
la construcción de un almacén estratégico nacional con ca-pacidad
para 9.000 palés de medicamentos, y ubicado junto
a las instalaciones del CEMILFARDEF en Colmenar Viejo.
La crisis sanitaria por la COVID-19 ha establecido una nueva
dimensión cualitativa y cuantitativa muy superior a las anterio-res.
Además de medicamentos, las nuevas reservas contemplan
productos sanitarios, productos cosméticos, productos para la
higiene personal, equipos de protección individual y equipos de
electromedicina, en una magnitud estimada en más de 30.000
metros cúbicos.
La nueva magnitud de los recursos sanitarios implicados en
la crisis sanitaria identifica la necesidad, tanto en el ámbito de las
Fuerzas Armadas como en el ámbito nacional, de constitución
de una reserva estratégica para la acción conjunta de las Fuer-zas
Armadas y del Ministerio de Sanidad, su custodia y gestión,
bajo los requerimientos adecuados a este tipo de productos. Así
mismo, la centralización en una única ubicación de la reserva
de antivirales, del depósito estatal estratégico de medicamentos
para emergencias, catástrofes y cooperación internacional, de la
reserva de vacuna contra la viruela, del depósito de medicamen-tos
para la operación «Paso del Estrecho», y cuantos stocks se
determinen por las autoridades sanitarias.
Se identifica como una necesidad conjunta y de interés co-mún
para el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Sanidad.
Agradecimiento.
Este artículo ha sido elaborado con la inestimable colabo-ración
de los farmacéuticos militares integrados en las diversas
estructuras que se citan.
Imagen 12. Etapa de inactivación de muestras en la cabina de cla-se
III en el shelter laboratorio del LABIR.