Memorial de Aviación del Ejército de Tierra, n.º 2
naves, pero en sus operaciones de combate no se
puede contar con ellas más allá de la base de despliegue,
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es decir, no progresan con las aeronaves
que participan en la operación, sino que permanecen
en la base. Si un helicóptero es derribado o tiene
un problema mecánico que le obliga a aterrizar,
la tripulación debe acogerse a los procedimientos
descritos en el AJP 3.7 (Allied Joint Doctrine for
Recovery of Personnel in a Hostile Environment),
Extracción mediante HA-28 (Tigre).
pasando a realizarse la recuperación mediante una
operación de un tamaño y complejidad considerable
y, debido a los tiempos de actuación, puede
producirse su captura o fallecimiento. El procedimiento
IMEX permite adelantar medios de recuperación,
tanto sanitarios como de mantenimiento,
para poder proceder a un rescate lo más rápido
posible.
Durante las fases de un combate, la recuperación
de tripulaciones derribadas o que han aterrizado
debido a una emergencia constituye un
imperativo, tanto en la planificación como en la
conducción. Si bien en ciertos casos la recuperación
de combatientes puede no primar sobre
el cumplimiento de la misión principal, la pérdida
de tripulaciones disminuye en gran medida
la capacidad de combate de las unidades de
helicópteros; por otra parte, el efecto psicológico
de tales pérdidas tiene sus consecuencias
en la moral de las tropas. Además, la difusión
en los medios de comunicación de la destrucción
de un helicóptero, de la captura o muerte
de miembros de tripulaciones o los pasajeros,
puede tener un impacto muy desfavorable para
la continuación de la operación; por todo ello,
su recuperación reviste una importancia primordial.
Idealmente, debe ser realizada por los medios
utilizados en la proximidad de la zona del incidente,
evitando con ello retrasos. El IMEX es un
procedimiento de extracción inmediata de personal
y medios, en el que aprovechar la ventaja que
confieren la sorpresa y el relativo conocimiento de
la situación táctica, en los instantes que siguen inmediatamente
a un accidente o a un aterrizaje de
emergencia. La conducción del IMEX y el mando
de los medios empleados deben estar asegurados
permanentemente por la plana mayor de la unidad
o por el comandante de la operación aérea (Air
Mission Commander). Desde el momento en que
el personal es considerado como aislado, y que la
recuperación inmediata ya no es posible, el rescate
pasa al dominio del Personnel Recovery (AJP
3.7).
El IMEX no es, por tanto, una operación completa
en sí misma al margen de la operación aeroterrestre
en curso. Se trata, en definitiva, de
contemplar dentro del planeamiento unos medios
para recuperar a nuestro propio personal y
aeronaves durante la operación, si fuera necesario,
como hacen el resto de unidades de combate
del Ejército. El procedimiento debe ser
sistemáticamente contemplado dentro del planeamiento
de las misiones, aunque no siempre
podrá ser realizable, dependiendo de las condiciones
meteorológicas y tácticas. Por contra, el
montaje de un módulo IMEX en el seno de una
unidad de helicópteros no puede ser considerado
por el escalón superior, como una capacidad
permanentemente dedicada al Personnel Recovery.
Este módulo actúa solamente integrado y
dependiente de una misión en curso.
En función de las condiciones ambientales y
tácticas, y de los plazos necesarios, se pueden
considerar dos tipos de extracción: mediante el
procedimiento «Flash» (mediante la otra aeronave
de la patrulla), o mediante una unidad IMEX dedicada.
La selección de la articulación del módulo
queda como prerrogativa del mando, de acuerdo a
los medios disponibles, la situación táctica, la meteorología
y la topografía de la zona. Un estudio
de esos factores, y la decisión del jefe, materializará
un párrafo IMEX en la orden de operaciones
Las condiciones de puesta en marcha del IMEX,
deben estar definidas de antemano. La operación
se llevará a cabo si se cumple al menos una de las
condiciones siguientes: