218 ANTONIO PRIETO BARRIO
terreno de aquellas tierras, o simplemente a motivos prácticos, eliminando
partes susceptibles de engancharse en la vegetación de la manigua, lo que
sería el caso del lazo y borlas de la faja o de los cordones del distintivo de
ayudante. Según la cartilla de uniformidad para los cuerpos de voluntarios
de la isla de Cuba de 18 de agosto de 1880, la levita «sólo en paseo, fuera de
formación, procesiones y actos por este estilo se podrá usar abierta, con sólo
el primer botón de arriba prendido en su ojal, llevando entonces chaleco de
cierre alto, que será de rayadillo para diario y campaña, y piqué blanco de
obra menuda para gala, con siete botones iguales a los del frente de la levita,
pero pequeños» . Sobre el chaleco lleva un fajín azul celeste con las divisas
del empleo, en un uso que recuerda al que se daba a las fajas (fajines) de
los generales vistiendo de paisano. Pendiente del segundo botón lleva un
modelo reducido de distintivo de ayudante, como si fueran sólo las caidas de
los reglamentarios: un cordón doble de oro, con dos esferas, que denotaría
estar a la inmediación de un teniente general. Además de las esferas, donde
irían grabadas las hojas de acanto y las barras que constituyen el entorchado
de los generales, lleva una corona real y un herrete, grabado con castillos,
leones, lises y ramos de laurel.
La fotografía está dedicada a su madre, firmándola como «Pepe»
Revista de Historia Militar, 127 (2020), pp. 218-232. ISSN: 0482-5748