52 ANTONIO GARCÍA MOYA
Al final de enero, con las posiciones fortificadas y guarnecidas, el resto
de las tropas regresaron a sus bases. En aquel ínterin se produjo el licenciamiento
de un reemplazo de tropa que fue determinante para que las unidades
quedaran mermadas. Aquella circunstancia, que coincidió con el periodo de
lluvias, condujo a una obligada parada en las operaciones.
Desde agosto de 1921 hasta el mes de octubre, el hermano de Abd el
Krim, al frente de fuerzas de la cabila de Beni Urriaguel, procedentes del Rif,
se movió por la zona de Gomara. Su intención era promover el levantamiento
de las cabilas y llevar a cabo una ofensiva en la zona costera ocupada por los
españoles. A pesar de que diversas acciones armadas habían provocado su retirada,
la fuerza rebelde no regresó al Rif, sino que permaneció en zonas más
remotas, aguardando a que una situación favorable diera pie para retomar sus
objetivos, bien por la costa o bien por la escarpada zona de Xauen.
En aquellas fechas se produjo un relevo al frente de la harca rebelde.
El nuevo cabecilla se llamaba Alfaki Aliel Tuzani, pero era más conocido
por Bulahia, uno de los guerreros emblemáticos de Abd el Krim, uno de sus
hombres de confianza. Natural de Beni Tuzin, era uno de los activistas más
notables de la cabila de Beni Urriaguel y había sido enviado por el líder rifeño
para sustituir a su hermano y conducir el levantamiento en Gomara. Según el
diario ABC, este cabecilla contaba con los tristes méritos de haber intervenido
durante el verano anterior en las sanguinarias matanzas de españoles en Nador
y Zeluán tras la luctuosa retirada del campamento de Annual.18 Bulahia fue
eficaz en su labor de captación, consiguió arrastrar hasta sus filas a naturales
de las cabilas de la zona de Gomara y además, había potenciado su fuerza con
apoyos procedentes de Ajmas y del Rif.19 Bulahia, que se caracterizaba por
su determinación, tras semanas de revolución agitando a los indígenas había
logrado reunir una harca de unos 1.500 guerreros.
Si bien durante los meses de febrero y marzo las acciones rebeldes se
limitaron a llevar a cabo atentados y hostigamientos de poca importancia, sus
órdenes no se reducían a pequeños ataques que mantuvieran alerta a las fuerzas
españolas de primera línea. Así lo siguieron haciendo durante los primeros
días del mes de abril, con un menudeo de acciones aisladas como atentados
e intervenciones destinadas a interrumpir las comunicaciones entre Tetuán y
Xauen. Su objetivo era dar un importante golpe que, aparte del efecto militar,
fuera considerado como una gran victoria con la consiguiente repercusión en
el campo rebelde. Aunque las intenciones de Bulahia no contemplaban un
ataque en un corto espacio de tiempo, sus disertaciones, proclamando una
18 19 de abril de 1922.
19 ABC, 14 abril de 1922.
Revista de Historia Militar, 127 (2020), pp. 52-82. ISSN: 0482-5748