En una sociedad
casi europeizada
como la saharaui,
tenían que
aparecer los
partidos políticos.
En 1973 se crea
el Polisario,
antiespañol, que
recomendaba la
acción militar,
si era preciso,
para alcanzar la
independencia
España ingresa en la ONU el 14 de diciembre
108 / Revista Ejército n.º 973 • mayo 2022
de 1955, teniendo que aceptar,
por supuesto, la Carta Fundacional
de dicha entidad, lo que supone
que nuestras colonias van a engrosar
la lista de lo que se llama «territorios
pendientes de descolonización». En
un intento por resolver este problema
de forma indirecta, el 10 de enero
de 1958 declara provincias españolas
las colonias de Fernando Poo,
Río Muni, Ifni y Sahara, pero la ONU
no muerde el anzuelo y, año tras año,
sigue manteniendo los territorios
como no descolonizados e instando
a la potencia colonial a iniciar el proceso
descolonizador. A decir verdad,
las cuatro provincias creadas no eran
como Málaga o Segovia, y ello ya se
vio en 1958, tras una guerra triunfal y
la expulsión de las bandas armadas,
cuando se abandona el 95 % del territorio
de Ifni, quedando solamente Sidi
Ifni y un cinturón de posiciones a unos
diez o doce kilómetros que impedía el
posible tiro de la artillería marroquí
sobre dicha capital.
En 1975, cuando se plantea en las
Cortes el problema de abandonar
unas provincias españolas, se buscan
subterfugios para demostrar que, en
realidad, no son provincias. Se cuenta
con la aprobación de la mayoría de los
congresistas, que resuelven este gran
problema sin pudor y sin vergüenza
por abandonar a una población que
había confiado en que España aseguraría
su futuro como país independiente,
aunque en los últimos años el
Polisario nos lo puso bastante difícil
y se puede considerar como coautor
de esta felonía. Insólito…, más que insólito.
En una sociedad casi europeizada
como la saharaui, tenían que aparecer
los partidos políticos. En 1973 se crea
el Polisario, antiespañol, que recomendaba
la acción militar, si era preciso,
para alcanzar la independencia.
El PUNS, nacido en 1974, también
predicaba la independencia, pero de
la mano de España y mostrando su rechazo
a la lucha armada para alcanzar
sus fines. Este último partido, patrocinado
por el Gobierno, entra en conflicto
con el Polisario, que lo supera,
y pierde protagonismo. La fuga de su
presidente y su marcha a Marruecos
lo convierten en mero espectador de
los acontecimientos.
Guerra de Ifni