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mantenerse en pie y sostener un
arma está involucrado en el combate.
La situación continúa siendo
crítica también el día 12, especialmente
a las ocho de la tarde cuando,
entre una tempestad de aire y lluvia,
vuelven los republicanos, tenaces y
valientes, al asalto, hasta que el día
13 empiezan a remitir: «El enemigo,
quebrantado sin duda por el duro
castigo sufrido, disminuye notablemente
la dureza de sus ataques». Los
legionarios sobrevivientes entierran
a sus muertos y colaboran en una
tregua con los contrarios para hacer
lo propio. La IV Bandera, repuesta
del ataque, llora a su capellán.
EL PADRE HUIDOBRO DESPUÉS
DE LA GUERRA
La memoria del padre Huidobro se ha
conservado desde el mismo día de
su fallecimiento hasta la fecha. Y lo
ha hecho no sólo en la Legión, donde
prestó sus servicios como capellán,
o la Compañía de Jesús, la orden en
la que profesó; también en diferentes
colectivos de la Iglesia y fuera de ella.
Abundan los libros, crónicas, recordatorios,
esquelas… en su recuerdo, que
también se mantiene vivo en capillas,
tanto de acuartelamientos legionarios
como en la que reposan sus restos
mortales en la Iglesia de los Jesuitas
de Madrid. También guarda memoria
el propio Ayuntamiento de Madrid,
que rebautizó la Cuesta de las Perdices
con una avenida que lleva su nombre,
como la facultad de Filosofía y Letras
de la Ciudad Universitaria, donde
un Siste Viator llama la atención con
su nombre en la entrada del edificio.
El 10 de diciembre de 1947, el Patriarca
Obispo de Madrid-Alcalá, monseñor
Leopoldo Eijo y Garay, puplica un
edicto para la Causa de Beatificación
y Canonización del siervo de Dios R.
P. Fernando de Huidobro y Polanco,
de la Compañía de Jesús, exhortando
«a todos a que eleven sus plegarias
al Señor para que se cumpla su santa
voluntad en este asunto, de tanta
importancia y trascendencia para su
mayor gloria y exaltación de Nuestra
Madre la Iglesia». Éste es precisamente
el proceso reabierto en 2020,
que continúa su curso con nuevos
bríos en Roma.
La mejor biografía al respecto del padre
Huidobro sigue siendo la que escribió
el padre Valdés en los años 60,
un compendio de todos los testimonios
aportados cuando se abrió el
proceso de beatificación3.
NOTAS
1. El texto que se presenta a continuación
está escrito en latín y se
conserva en los archivos vaticanos.
Ha sido traducido por el padre
Javier Boada, miembro de la Comisión
Histórica para el proceso de
Beatificación del padre Huidobro.
2. El calibre del proyectil que causó la
muerte al padre Huidobro ha sido
objeto de debate. El especialista
en artillería de la guerra civil, Lucas
Molina, aclaró en correo a los
miembros de la comisión el asunto:
«El famoso 12,40 nunca existió
como calibre en España, por más
que se asocie con el 122/46 soviético.
Lo más seguro es que se tratara
de una pieza Armstrong de 127
mm de la que no vinieron muchas
en la GCE, pero dos baterías estuvieron
toda la guerra en Madrid.
Los proyectiles pudieran ser franceses
».
3. Valdés, R. (1996) Fernando Huidobro,
intelectual y héroe. Editorial
Apostolado De La Prensa. Ma-
Fernando Huidobro, intelectual y héroe drid.■