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la saturación de noticias, la escasa
veracidad de muchas de ellas (framing6
creciente y menor búsqueda
periodística de la veracidad contrastada)
y una desinformación intensa de
titulares escandalosos con el objetivo
de polarizar, confundir, debilitar la cohesión,
generar odios que enfrenten
internamente… No es difícil encontrar
ejemplos en nuestro propio país.
La práctica totalidad del planeamiento
militar parte de un análisis de la
situación, el ambiente y los factores
políticos, militares, económicos, sociales,
de información e infraestructura
(PMESII), pero actualizar el entorno
de la información (IEA7) no es sencillo
ni tenemos apenas medios para
hacerlo. Componen dicho entorno
la información misma y sus actores y
sistemas, aquellos con capacidad de
actuar, de producir mensajes con impacto,
y aquellos receptores que se
ven influenciados por esos mensajes y,
como consecuencia, adecúan su comportamiento
a ellos.
Existen multitud de empresas civiles
especializadas en campos sobre los
que la milicia tiene escaso conocimiento
o personal: el ámbito social, el
cultural o el lingüístico nos permiten
saber cómo está estructurada una audiencia,
sobre qué temas está sensibilizada,
cuáles le producen rechazo,
qué hechos históricos tienen un peso
más importante, qué papel desempeñan
la mujer y las personas mayores,
cuál es la relevancia del poder del grupo
frente al individuo, de la ley frente
a la costumbre, su tolerancia a la desigualdad,
la importancia de la religión…
Este análisis va mucho más
allá de lo que pueda proporcionar
una segunda sección de un Estado
Mayor y, nuevamente, es
la base para cualquier acción
eficaz en el ámbito cognitivo.
El pasado 14 de enero,
Ucrania sufrió el primero
de una serie de ataques
cibernéticos que, repetitivos,
decían: «Ucranianos,
tened miedo y estad
preparados para lo peor»;
o bien: «Toda información
sobre vosotros se ha hecho
pública, tened miedo y esperad
lo peor». Ninguno de estos
mensajes puede considerarse
un prodigio de la originalidad y la creatividad,
50 / Revista Ejército n.º 973 • mayo 2022
pero esto no se debe a la torpeza
o a una estructura mental incapacitada
para la innovación: se debe,
precisamente, al gran conocimiento
del atacante. Si los mensajes tienen
un barniz que nos lleva al recuerdo
de guerras mundiales es porque lo
que ha evolucionado son los medios
de transmisión y la capacidad de llegar
impunemente a cada ordenador,
a cada teléfono móvil, pero no el mensaje,
que sigue siendo el mismo porque
el cerebro también es el mismo.
El hombre, con sus trescientos mil años
de evolución desde el abuelo Sapiens,
adapta sus mejoras lentamente y, desde
luego, no al ritmo de la tecnología. El cerebro
es igual de sensible a los mensajes
que hace sesenta años: simplicidad,
repetición, alusión al miedo… Robert
Cialdini hizo famosos sus seis principios
de persuasión8 —consenso, coherencia,
reciprocidad, autoridad, escasez
y simpatía—, que dan pautas totalmente
actuales para la influencia en las mentes,
las percepciones, la formación de
conceptos, la toma de decisiones…
CONCLUSIÓN
Desde la consciencia de que es difícil
implantar una estructura inexistente,
desde la obviedad de que un mando
componente cognitivo también podría
ser un mando conjunto u otro organismo
de distinta entidad, desde
la lógica de que requiere un proceso
interno sustentado en algo más que
un artículo de tres mil palabras, no es
menos cierto que la iniciativa conlleva
aceptar riesgos, que el arte operacional
«es el uso del pensamiento crítico
y creativo»9 y que no hay que esperar
a que todo esté hecho (por otro) para
hacerlo nosotros después.
Nuestro conocimiento y capacidades
militares en el ámbito cognitivo pasan
por un minúsculo grupo de psicólogos,
sociólogos y poco más; la mies
es mucha y hay adversarios internacionales
que nos aventajan cada día
más: son fuertes y lo sabemos, somos
débiles y lo saben. Pero la defensa
nacional es un deber de todos, un
esfuerzo común que no cae a plomo
en las espaldas militares. Sin embargo,
el conocimiento nacional sobre
psicología del comportamiento individual
y de grupo, formación de la opinión
pública y técnicas de marketing
y de generación de productos de comunicación
eficaces existe, está ahí,
al alcance de nuestra mano para una
cultura participativa de defensa eficaz.
El dominio de —ahora sí— esa
zona gris en la que casi todo se desenvuelve
y se resuelve nos situaría en la
vanguardia del ámbito que más evoluciona,
que menor inversión requiere y
que más importancia tiene en el complejo
escenario internacional.
NOTAS
1. PDC 01 (A). Doctrina para el empleo
de las FAS. Los ámbitos de operación
(4.3.1). Estos ámbitos no son
totalmente coincidentes con las dimensiones
y dominios establecidos
en publicaciones de la OTAN.
2. https://www.youtube.com/results?
search_query=solomon+asch+
elevator+experiment
3. Ekman, Paul (1972). El rostro de
las emociones.
4. MoE: measures of effectiveness
(medidas de eficacia).
5. 2022 NATO Communications
Strategy. IMS, 16 de diciembre
de 2021.
6. Framing: encuadre o sesgo
mediático según la teoría de Robert
Entman.
7. IEA: information environment
analysis.
8. Cialdini, Robert. Influencia: la
psicología de la persuasión.
9. PDC-01 (A). Doctrina para el empleo
de las FAS, p. 126.■