TRAS LA ESTELA DE ELCANO.
EL PROS NAVEGA DE NUEVO
La última crónica publicada en esta
sección sobre la vuelta al mundo que está
realizando el yate Pros de la asociación
«Amigos de los grandes navegantes y explo-radores
españoles» (AGNYEE), en conme-moración
de la vuelta al mundo de Magalla-nes-
Elcano, fue una nota firmada el 18 de
abril del pasado 2020 y publicada en el
número de junio de dicho año. Hablaba de la
llegada y atraque del yate en el muelle de la
Escuela Naval de Perú, en El Callao, donde
quedó amarrado en espera de mejores tiem-pos,
ya que a causa del coronavirus tuvo que
suspender el viaje. La espera fue larga, pero
por fin, el barco ha vuelto a navegar, aunque
antes tuvo que pasar por muchas vicisitudes
para estar alistado, cosa lógica después de
haber estado tanto tiempo amarrado y sin
mantenimientos.
Finalizadas todas las reparaciones y pues-tas
a punto, y tras haber repostado 400 litros
de gasoil y 1.000 litros de agua, el pasado 23
de septiembre, el Pros salió de El Callao en
demanda del puerto de Santa Lucía, en Ecua-dor.
Dejó atrás La Punta y el Yacht Club
Peruano y comenzó sus nuevas navegaciones.
Aunque la corriente de Humboldt le era favo-rable,
no ocurría lo mismo con los vientos
alisios, que le obligaron a dar muchas borda-das
y le ocasionaron retrasos. La verdad es
que la etapa empezó con mal pie, ya que un
amantillo se enganchó en una roldana dejan-do
medio operativo el aparejo y el seno de la
escota de babor se enroscó en la hélice y dejó
inútil el motor.
La tripulación buscó alguna cala para
poder zafar la escota y encontró una ensenada
CULTURA NAVAL
abrigada en la desembocadura del río Cule-bras,
donde tras unas zambullidas con el agua
tan fría que cortaba el resuello, consiguieron
liberar la hélice. Pero se había producido una
pequeña vía de agua por el eje, y para colmo
de males, la bomba de achique dejó de
funcionar. La entrada de agua se redujo con
un suplemento del pasa estopas y desmontan-do
la bomba, que estaba atascada con restos
sólidos recogidos de la sentina (arandelas,
bridas de plástico y cosas por el estilo); tras
limpiarla volvió a funcionar. Continuaron la
navegación solo a vela, porque no se fiaban
del arreglo de la vía de agua en el eje, y no
querían poner el motor en marcha, por si
hubiera sufrido algún daño a consecuencia
del enganche de la escota en la hélice. Pero,
como el viento cayó a dos o tres nudos, y el
retraso acumulado por todos los problemas
surgidos iba en aumento, decidieron arrancar
el motor, que funcionó sin novedad.
Cerca de la frontera con Ecuador, al
anochecer pasaron por un impresionante
«mar» de plataformas petrolíferas, cuyas
luces en un principio les despistaron creyen-do
que eran pesqueros. Y es que, en la costa
norte, Perú tiene unos 1.200 pozos de petró-leo
en activo. Por fin, el 30 de septiembre
llegaron a Puerto de Santa Lucía, Ecuador,
tras una navegación un tanto accidentada, en
la que también tuvieron buenos momentos,
como fue el avistamiento de varias ballenas,
una de las cuales les hizo una visita.
Marcelino GONZÁLEZ FERNÁNDEZ
Capitán de navío (Retirado)
2021 1057