TEMAS PROFESIONALES
entre los Estados nucleares y no nucleares para mantener la estabilidad creada
por el TNP y que se ha de sustentar en tres nuevos pilares:
— El compromiso de no emplear HEU como combustible para ningún
futuro reactor nuclear naval y el compromiso de transitar del HEU al
LEU tan pronto como sea prácticamente posible.
— Establecer puntos de control a lo largo de la vida del reactor en los que
se pudieran aplicar las salvaguardas de la AIEA y permitir la verifica-ción
de cuanto combustible nuclear se destina verdaderamente a los
fines expuestos.
— Medidas de confianza para proporcionar seguridad internacional de
que un programa declarado de desarrollo de reactores nucleares es
bona fide.
— De concretarse, estas medidas supondrían un paso de gigante en el
proceso de desarme nuclear iniciado ya hace 50 años. No obstante, el
nivel de compromiso al que expone a los Estados nucleares dificulta
enormemente pensar que estas medidas lleguen a ver la luz (18).
¿Podría un programa de desarrollo nuclear asociado a la propulsión naval
suponer un riesgo real de fabricación de armas nucleares? Si bien, de acuerdo
con los documentos expuestos, tal posibilidad es real, es poco probable que se
diera el caso de que un Estado fuera capaz de desarrollar el conocimiento y la
tecnología suficiente para convertirse en un Estado nuclear de facto a espaldas
de la comunidad internacional.
Las salvaguardas establecidas por la AIEA y las impuestas por los acuer-dos
bilaterales entre Estados y proveedores de material fisionable dificultarían
sobremanera cualquier intento de malversación de material fisible. Aún llega-do
el caso, el esfuerzo humano, tecnológico y económico de semejante inicia-tiva
sería difícil de ocultar, al menos durante un periodo de tiempo prolonga-do.
Un programa de armas nucleares es la destilación final de un enorme
proceso de inversión y trabajo.
Asimismo, resulta poco probable pensar que la comunidad internacional
permitiera que este desarrollo se llevara a cabo sin crear un marco jurisdiccio-nal
específico. Si esto no se ha hecho hasta la fecha, es porque ningún Estado
no nuclear partícipe del TNP había emprendido seriamente la iniciativa de
desarrollar un programa de energía nuclear de cualquier tipo de este nivel. Los
casos de Brasil y ahora Australia son precursores en la materia. Los acuerdos
que se alcancen servirán de marco jurídico para futuras naciones que quisieran
considerar esta opción.
(18) HIPPEL, F. V. op. cit.
920 Diciembre