TEMAS PROFESIONALES
China, por su parte, en su Libro Blanco de la Defensa Nacional, recoge
expresamente el guante lanzado por Estados Unidos y asume sin ambages su
rol de superpotencia competidora con Norteamérica, aunque amplía la compe-tencia
estratégica a la Unión Europea y a Rusia. Así, Pekín evalúa que debe
aspirar al desarrollo de unas capacidades militares en consonancia con este
nuevo rol geopolítico y suficientes para poder desafiar, llegado el caso a Esta-dos
Unidos o a cualquier otra potencia.
Asistimos pues a una creciente perspectiva de rearme, que tendrá también
consecuencias en la dimensión nuclear, con armamento más moderno, de
mayores alcances y capacidad de destrucción.
En este contexto, con la firma del acuerdo AUKUS, Australia se compro-mete
a la adquisición de ocho submarinos de propulsión nuclear de tecnolo-gía
norteamericana, rompiendo unilateralmente, el acuerdo previo para la
adquisición de 12 submarinos convencionales de tecnología francesa. De
esta forma, Australia podría convertirse en el primer estado no nuclear en
poseer este tipo de plataformas, reavivando el debate sobre la efectividad
del TNP (Tratado de No Proliferación de armas nucleares) y volviendo a
poner en evidencia la fisura que el reactor nuclear supone en la no prolifera-ción.
El TNP actuó como barrera al desarrollo de tecnología nuclear militar del
pasado siglo. A parte de los cinco países que contaban con armamento nuclear
en el momento de su firma (1), los Estados que se han ido adhiriendo a dicho
tratado renuncian expresamente a su posesión y desarrollo. Así, el TNP
comprometía a sus miembros a un uso exclusivamente pacífico de la energía
nuclear y permitía la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica)
controlar las reservas y adquisición de material fisionable —así como el enri-quecimiento
de este— de los Estados firmantes.
Desde su firma en 1970, este tratado ha demostrado ser eficaz en la reduc-ción/
contención de la amenaza nuclear. Sin embargo, existen en su redacción
sombras que podrían ser explotadas para hacer acopio de material fisionable
sin control de la comunidad internacional. El TNP concede autoridad a la
AIEA para poner bajo salvaguarda todo el material fisionable destinado a uso
civil y prohíbe tajantemente, su empleo para la fabricación de armas nuclea-res,
pero no prohíbe el desarrollo de tecnología nuclear para uso militar
—siempre y cuando este no sea dirigido a armamento como tal— y es dentro
de esta categoría donde se encuadraría el reactor naval.
(1) Estados Unidos, Francia, Reino Unido, URSS (Rusia) y China.
912 Diciembre