LIBROS Y REVISTAS
Vivió con esperanza el co-mienzo
del reinado de un
joven Alfonso XIII que aspira-ba
a conferir mayor estabili-dad
al régimen de la Restaura-ción
después de décadas de
turbulencias. Asistió con dolor
a la masacre de miles de jóve-nes
en Marruecos y en pocos
meses pasó de aclamar a los
reyes por las calles de Madrid
a abrirles sin piedad el camino
del exilio, originando un nue-vo
paréntesis que duraría casi
cuarenta años.
En este periodo hubo gran-des
personalidades políticas
que no supieron, o no pudie-ron,
transformar el régimen, e
incluso el sistema político, tal
y como los tiempos requerían.
La mayoría son de sobra cono-cidos
de los amantes de la
historia, casi todos dejaron
escritas sus memorias y una
amplia documentación archi-vística
así como un amplio
soporte epistolar que han permitido a los historiadores retratarlos y juzgarlos.
Otros, los menos, siguen siendo desconocidos a pesar de haber desempeñado
un importante papel en aquellos días decisivos.
El almirante Aznar es uno de esos grandes desconocidos, a pesar de su
trayectoria como unos de los más importantes marinos españoles de la prime-ra
mitad del siglo XX. Fue actor en los decisivos escenarios en los que se
movió la Armada española a finales del siglo XIX, Filipinas y Cuba, partici-pando
directamente en la batalla de Santiago como tercer comandante del
Infanta María Teresa, al mando del almirante Cervera. Posteriormente, ya
como jefe de la Escuadra, tuvo una importante participación en la Guerra de
Marruecos. Pero si esta fue su vocación y actividad principal, no es desdeña-ble
su participación en política, a pesar de no ser un hombre de partido. Fue
senador, asambleísta, vocal del Consejo de Estado y ministro de Marina en el
año 23, cuando se produjo el golpe de Primo de Rivera, al que se opuso desde
dentro del Gobierno.
1066 Diciembre