Retrato de Carlos III de España c. 1761. Óleo sobre lienzo de Anton Rafael Mengs
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lecho de muerte pidió a su piloto mayor,
Bartolomé Ferrer, que continuara
navegando por el litoral del Pacífico.
Este alcanzó los cabos de Mendocino
y Blanco, con 44º N de latitud. Jamás
nadie conocido había llegado tan lejos,
ni siquiera el pirata Francis Drake,
que lo haría tres décadas más tarde,
en 1577.
En años
posteriores
prosiguieron las
expediciones
con el propósito
de los monarcas
españoles de
evangelizar a los
indios y colonizar
Un nuevo impulso en los descubrimientos
del mar del Sur llegó con el
virrey de Nueva España, Gaspar de
Zúñiga y Acevedo, quien se apoyó
en el navegante y mercader Sebastián
Vizcaíno. El virrey tenía interés
en establecer puertos naturales entre
San Lucas, al sur de Baja California, y
cabo Mendocino, con asentamientos
permanentes de población para que
el Galeón de Manila, inaugurado en
1565, pudiera hacer escala en dichos
puertos.
Logró demarcar la costa californiana,
describir y nombrar su topografía y
reconocer los puertos de San Diego
y Monterrey, posibles lugares de escala
técnica de los buques, sin obviar
la existencia de perlas en el golfo de
California, que reconfortó a los exploradores.
La rica información aportada por Vizcaíno
incrementó el interés por las
aguas del golfo y el océano Pacífico.
Se solicitaron bastantes permisos
para acceder a dichas pesquerías y
el rey Felipe III se lo concedió a Tomás
Cardona, y este se lo pasó a su
sobrino, Nicolás Cardona. Arribó a la
punta sur de California y, en presencia
de soldados y dos franciscanos, tomó
posesión del lugar en nombre del rey
de España. Luego localizó varios ostiales
de perlas a la altura del paralelo
27ºN. Otros exploradores fueron Juan
Iturbe, Francisco de Ortega, Pedro
Porter Casanate.
En años posteriores prosiguieron las
expediciones con el propósito de los
monarcas españoles de evangelizar
a los indios y colonizar. Así, primero
fue la cristianización de los nativos y
hacia mediados del siglo XVIII se logró
la colonización de California. Los primeros
misioneros en realizar esa labor
fueron los jesuitas, si bien fueron
expulsados en 1767 y sustituidos por
franciscanos y dominicos.
El rey Carlos III realizó una amplia reforma
de la administración y designó
a José de Gálvez como visitador general
del virreinato de Nueva España en
1765. Sin tardar, el nuevo gobernante
creó una Comandancia General y dividió
el territorio en doce provincias; eligió
el puerto de San Blas como centro