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Mando de Artillería de Campaña
atajar la crisis sanitaria. Queda por ver si esa ex-celente
imagen pública permitirá sacar adelante
costosos programas de adquisiciones de materia-les
necesarios para el papel central de las Fuerzas
Armadas, es decir, para el combate.
No es el objeto de este artículo el hacer pros-pectiva
de los futuros presupuestos de defensa.
Pero sí quiero remarcar que en este posible es-cenario
de austeridad resulta aún de mayor im-portancia
el dirigir bien el rumbo y establecer
prioridades claras. No nos podemos equivocar
en la dirección a tomar.
La evolución ante los conflictos militares que
mencioné en aquel artículo de hace dos años
está consolidada. Saliendo de una época centra-da
en operaciones de contrainsurgencia, todos
los ejércitos de los países de nuestro entorno
han reenfocado su esfuerzo hacia el conflicto de
alta intensidad. Sin que se deban excluir otros
escenarios, la versión más demandante del con-flicto
futuro tendrá todas o algunas de las si-guientes
características:
◊ La separación entre conflicto armado y
paz seguirá estando difuminada en mu-chos
casos o, al menos, en las etapas ini-ciales.
El tan manido conflicto híbrido, en
el que actores agresivos pero inferiores mi-litarmente
tratarán de ejercer el mayor
daño posible sin provocar un conflicto bé-lico
generalizado. La capacidad de actuar
con proporcionalidad, profundidad y rapi-dez
sobre los objetivos que se vayan iden-tificando
será determinante a la hora de
gestionar el enfrentamiento. Proporcionali-dad,
profundidad y rapidez son caracterís-ticas
intrínsecas de los fuegos de artillería.
◊ Los conflictos se plantearán en múltiples
escenarios. La presunción occidental de
contar con superioridad aérea ha dejado de
ser válida. El gran desarrollo de las capaci-dades
antiaéreas en el marco del concepto
A2AD (Anti Access Area Denial) hará muy
incierto el posible apoyo de fuegos a propor-cionar
por unidades aéreas a operaciones
terrestres. En muchos casos, e indudable-mente
en las fases iniciales de la guerra, los
El general de brigada D. Luis Torcal Ortega
únicos apoyos de fuego con los que nues-tras
unidades de maniobra podrán contar
serán los proporcionados por la artillería.
◊ Los espacios de batalla serán amplios, sin
frentes reconocibles. De nuevo, la capacidad
artillera de actuar en todas las direcciones y
en profundidad, maniobrando rápidamente
con sus fuegos, permitirá mantener la ini-ciativa
en ese escenario.
◊ Los conflictos se dirimirán entre la pobla-ción,
tanto en el sentido físico como virtual.
El evitar daños innecesarios a la población