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Varios
Trastorno por estrés postraumático.
Resiliencia
Por Dª. Sandra Humanes Arnás, capitán de Artillería.
Militar español saludando a un niño afgano
El trastorno por estrés postraumático
(TEPT) es la aparición de síntomas caracterís-ticos
que siguen a la exposición a un aconte-cimiento
estresante y extremadamente trau-mático,
donde el individuo se ve envuelto en
hechos que representan un peligro real para
su vida o es testigo de un acontecimiento
donde se producen muertes, heridos o existe
una amenaza para la vida de otras personas.
No todo el personal expuesto a una situa-ción
traumática desarrolla la comúnmente lla-mada
enfermedad del soldado. En este artícu-lo
veremos qué condiciones ambientales y qué
rasgos de personalidad son más propensos a
sufrir este trastorno. También se expondrá el
concepto de resiliencia, como clave diferencia-dora
entre personal que ante un mismo hecho
traumático es capaz de, ya no de sufrir TEPT,
salir reforzado psicológicamente del hecho.
El personal militar, por las condiciones de
su trabajo, es una población de riesgo para
desarrollar TEPT. Durante el artículo se ob-servarán
diferentes prevalecías en diferentes
fuerzas armadas.
INTRODUCCIÓN
Puesto avanzado de Ludina, 7 de marzo de
2012. Ruta Lithium, Afganistán. Insurgentes
talibanes comienzan un ataque a la sección
de la 6ª Bandera de Infantería Ligera de la Bri-gada
Alfonso XIII de La Legión. En los albores
del ataque, el caballero legionario Iván Castro
Canovaca, de 23 años, resulta herido por un
disparo a la altura de la clavícula, ante lo que
su jefe de pelotón, el sargento José Moreno Ra-mos,
no duda en reptar los 40 metros que los
separan, bajo denso fuego enemigo, para lle-gar
hasta él y cortar la hemorragia. Mientras el
cabo 1º José Manuel Gómez Santana suprimía
los orígenes de fuego de los disparos talibanes y
el cabo 1º José Miguel Gómez Ortega eliminaba
focos hostiles con fuego de mortero, exponién-dose
a las balas enemigas al salir de su posición
y avanzar al descubierto para obtener una me-jor
posición de tiro. El cabo Fernando Carrasco
proporcionaba fuego de supresión con su ame-tralladora
MG-42, cubriendo así a sus compa-ñeros
y dosificando sus últimos 250 cartuchos.
Actuaron bajo las órdenes del teniente Ramón
Prieto Gordillo que mantuvo la calma entre sus
hombres, dirigió el fuego de sus pelotones y, en
plena refriega, le dijo al herido Iván Castro que
estuviera tranquilo, que pronto iría a España a
ver nacer a su hija, a lo que el legionario herido
contestó, «ahora no es el momento de ver nacer
a nadie, sino de ver morir al enemigo»1. Acción
heroica actual de soldados españoles, reconoci-da,
admirada y agradecida por sus compañeros
(1) h t t p s : / / i n te r economia.com/not i c i a / h e roes - g ue-rra-
20120320-20120321-0000/