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MEMORIAL ARTILLERíA, nº 176/1 - Junio 2020
de
sospechen que no fueran interpretadas bien sus órdenes en
lo referente a objetivos a batir y propósitos del mando. En ese
caso advertirán a los capitanes su sospecha reiterándoles las
órdenes primitivas que pueden ser aclaradas o ampliadas.
Continua el capitán poniendo varios ejemplos de en los que un
jefe de grupo observa el tiro e impone sus correcciones al tiro de
una batería. Estas actuaciones las califica de erróneas por cuanto
el observatorio de grupo no está bien ubicado para realizar la co-rrección
del tiro de cada una de las baterías. Y por tanto, reclama
la dirección técnica del fuego de las baterías para los capitanes de
las mismas.
El capitán concluye esta sección de su artículo así: «la dirección
técnica del fuego de varias baterías no puede llevarse por su jefe de
grupo; hay forzosamente que entregar la dirección del fuego de las
baterías a sus capitanes respectivos, pues un grupo de tres bate-rías
no podrá considerarse nunca como una batería de 12 piezas».
Y finalmente el autor remata su artículo sacando a la luz tres
frases de un artículo del Memorial de Artillería de 1900 titulado
‹‹El tiro de grupo›› escrito por el comandante Moya y que repro-ducimos
a continuación: