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Noticias del Arma
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ACTIVIDADES DE LAS UNIDADES DEL ARMA
BALUARTE EN MELILLA
David Alejandro García Cárdenas sargento de Caballería
Comenzamos nuestra misión en medio de una incertidumbre poco frecuente, la situación es
nueva para todos y no tenemos armamento que funcione contra este enemigo. Poca gente sabía exactamente
qué era lo que debíamos hacer o cómo repercutiría en nuestras vidas, aun así, intentamos
hacer gala de los valores que se nos han inculcado como militares y dimos un paso al frente para
ayudar de la mejor manera posible a nuestros conciudadanos.
Después de haber sido informados sobre el tema e instruidos para nuestra tarea, iniciamos
la «Operación Baluarte» en Melilla. Unas jornadas de trabajo extensas en un medio ajeno para
nosotros, los que acostumbramos a «dar barrigazos en el campo» como se suele decir en nuestro
gremio. Nos encontramos en una especie de «call center», con todos los medios necesarios para
esta campaña de llamadas y el objetivo de localizar y controlar posibles casos de SARS-COV-2, más
Memorial de Caballería, n.º 90 - Diciembre 2020
comúnmente llamado coronavirus, los cuales
no paran de aumentar.
Cuando empezamos a realizar el rastreo
o seguimiento, tuvimos que ayudarnos unos
a otros. Desde mi labor como coordinador he
podido apreciar la rápida evolución de todos
los rastreadores en el desempeño de esta labor,
con muy poco rodaje hemos alcanzado
una dinámica de trabajo ágil y fluida, llegando
a localizar en una ocasión hasta 60 contactos
de un solo positivo confirmado. Un trabajo de
equipo que merece su reconocimiento.
Cada día realizamos llamadas a todo tipo
de ciudadanos, algunos no colaboran mucho,
quizás a causa de la desconfianza generalizada entre la población respecto a este tema o a la poca
concienciación, aunque estos son minoría. Hay quienes entienden la razón y finalidad de las medidas
de actuación, pero no ven la gravedad de las circunstancias, pero explicándoles las posibles
consecuencias de incumplir dichas medidas llegan a ver la importancia de hacer bien las cosas.
Estamos aquí para brindar ayuda a todos los ciudadanos en cada una de las llamadas, incluyendo
a aquellos que no creen que el peligro sea real. Tenemos el desafío de hacer cumplir cada paso del
protocolo a través del convencimiento siempre que podamos, porque si todos marchamos unidos en
la misma dirección seremos capaces de superar esta crisis sanitaria.
A pesar de que haya gente que ignore la realidad y crudeza de la situación por la que pasan
cada día más personas, la gran mayoría pone de su parte, colaborando con todo lo que pueden,
manifestando incluso en muchas de las llamadas gratitud por la labor que desempeñamos, que no
es otra que dar el aviso de la posible aparición del virus en sus vidas. Sin embargo, hemos llegado
a establecer un pequeño vínculo con algunas personas que encuentran en nosotros un apoyo o simplemente
alguien que los escucha en estos momentos.
Al final del día y pese a que tenemos compañeros que no pueden pasar tiempo con sus parejas,
ir el fin de semana a sus casas o ayudar a sus hijos con los deberes, nos llena de satisfacción
escuchar el agradecimiento de la gente. Es ahí cuando nos hacen sentir que de verdad les estamos
ayudando y que ellos lo valoran, en esos momentos hallamos la razón por la cual hacemos estos
sacrificios y recordamos el juramento que hicimos por España y por el pueblo español.