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Doctrina, Táctica y Operaciones
ces planeamos la maniobra con acciones muy obvias y fácilmente deducibles, sin tener
en cuenta que el enemigo en su planeamiento rápidamente habrá deducido, por lo que
organizará una «contra-maniobra» que se oponga correctamente a nuestra acción.
– Hacer lo más inesperado. Intentando relacionar las ideas, esta vuelve a estar íntimamente
ligada a la anterior y puede malentenderse, no queriendo que el lector lo haga, lógicamente.
¿En qué momento conviene hacer lo procedimental y aprendido en un manual y
cuándo merece la pena arriesgarse y hacer algo más inesperado? Contesto en la siguiente
idea-fuerza.
– «Regla de la proporcionalidad»: Cuanto mejor preparado esté el enemigo, menor probabilidad
de que el procedimiento habitual valga para algo y viceversa. Ante un enemigo
débil (ya sea en medios, instrucción, moral…) habrá más probabilidad de que lo «doctrinal
» funcione. Por ende, si nos enfrentamos a un enemigo que en el estudio del mismo
hayamos deducido que es inferior a nosotros, podremos usar los procedimientos tal cual
los hemos aprendido. Por el contrario, si nos enfrentamos a un enemigo superior (insisto,
ya sea en medios, potencia de fuego, instrucción etc.) debemos modificar mucho más el
procedimiento, arriesgarnos más, ser mucho más audaces y elaborar una maniobra que
busque mucho más la sorpresa (lógicamente asumiendo por nuestra parte más riesgos).
Un enemigo fuerte que detecte nuestra maniobra doctrinal (obvia) tiene todas las de ganar.
– Sorpresa, sorpresa, sorpresa. La experiencia me demuestra que el alumnado suele hacer
lo esperado, no arriesga, no sorprende. Realiza acciones y organiza sus unidades para
el combate de modo demasiado obvio, tal como el enemigo cree que va a realizarlo; con
esta premisa el enemigo tiene más fácil contrarrestar esa acción. No hay nada como los
ejercicios de doble acción (ya sea en simuladores o reales) para ver como la parte OPFOR
(la que hace de enemigo) adivina fácilmente la maniobra propia. El alumno suele basar
la confianza de lo planeado en que es el procedimiento establecido y que sus medios e
instrucción son mejores que los del enemigo. Esto es un error.
– Usar cada cosa para lo que ha sido creada. Siempre uso el ejemplo de la sección de defensa
contra-carro. Su propio nombre lo dice, es una unidad de defensa, no de ataque, con
la que queremos impedir el uso de ciertas avenidas o corredores al enemigo. Sería extraño,
que no imposible, usarla en una acción ofensiva, más si las circunstancias permiten
causar gran sorpresa en el enemigo4 (ver punto anterior). En este mismo punto recalco la
importancia que tiene el conocer todas las posibilidades que nos aportan los capacitadores
que pueden «acompañarnos» en cualquier acción, desde apoyos de fuego indirecto
hasta unidades de guerra electrónica, zapadores, transmisiones, etc. Desgraciadamente,
es normal ver como el desconocimiento de estas capacidades hace que el alumnado no las
use, o peor aún, lo haga mal5.
– «Regla de las reservas». Podríamos hablar de la regla «no escrita» siguiente: si tu unidad
superior tiene reserva (y más aún si está orientada hacia tu despliegue) puedes asumir el
riesgo de no tenerla. Por el contrario, si tu unidad superior no la tiene, o la tiene orientada
hacia otra zona de acción (probablemente porque no seas el esfuerzo principal), deberías
pensar en articular una. Complementando este punto, igualmente deberíamos pensar en
tenerla si la situación se denota con gran incertidumbre, ya sea por desconocimiento de
las unidades enemigas (presencia, entidad, actitud…) u otros factores.
4 Hay que medir muy bien el riesgo asumido al usar un medio de diferente manera para lo que ha sido creado
con el objetivo de buscar la sorpresa para el enemigo. Desde mi punto de vista esta opción sería la última a
emplear para sorprender al enemigo.
5 Desde la ACAB se hace un esfuerzo muy importante en evitar que esto suceda. Ya sea mediante las clases
ordinarias o conferencias externas sus alumnos deben conocer las capacidades y procedimientos de uso de
estos capacitadores siendo, desde mi punto de vista, el Arma que mejor los emplea.
Memorial de Caballería, n.º 90 - Diciembre 2020 57