Doctrina, Táctica y Operaciones
A continuación paso a exponer otra serie de ideas, que no siendo tan clarificadoras a la hora de
diferenciar entre procedimiento y táctica, sí que considero muy importantes para el correcto desarrollo
de cualquier acción militar táctica y la búsqueda del éxito en la misión asignada.
– «Mission Command». Ya se ha escrito mucho sobre este concepto y es por todos conocido.
En el combate actual queda patente su enorme importancia.8 A todos los niveles debe
ponerse en práctica y por todos los mandos de unidad debería «permitirse». Este comentario
se produce porque muchos mandos intermedios se «quejan» de que aunque ellos lo
ponen en práctica para con sus subordinados, no consiguen el mismo nivel de «confianza»
con respecto a su mando superior. En el momento en que un nivel no lo lleve a cabo, el
concepto pierde toda su ventaja en el resto.
– Iniciativa disciplinada de acuerdo al propósito del mando. Poco que añadir y totalmente
Memorial de Caballería, n.º 90 - Diciembre 2020 59
vinculado con el concepto anterior.
– Menor número o potencia de fuego no significa menor potencia de combate o estar en
desventaja. La audacia, la sorpresa, en definitiva la actitud con la que te enfrentes a una
situación delicada, puede hacer que aun estando en inferioridad consigas ser tú el que
lleve el ritmo de la operación.9
– En la guerra el carácter es más importante que el intelecto. Sorprende en muchos casos
cómo alumnos no tan destacados en conocimientos, toman decisiones más acertadas que
aquellos compañeros más adelantados. En ocasiones el alumno que mejor conocimiento
teórico tiene de una materia no es el que mejor «táctica» realiza. Asimismo, las órdenes
de operaciones creadas por estos últimos (los más aventajados), comienzan a no ser
sencillas (y hasta demasiado obvias tácticamente hablando), complicándole a los subordinados
su entendimiento y, en definitiva generando dudas que ponen en riesgo el éxito
de la operación, sucediendo lo contrario con las órdenes de operaciones de alumnos no
tan brillantes. Un carácter fuerte, decisorio, arriesgado y con valentía para la asunción
de riesgos genera en muchos casos decisiones más acertadas que aquellas que, aunque
perfectas en redacción y organización, son obvias, poco audaces o, como he comentado,
demasiado complejas.
– A mismo nivel de adiestramiento, la instrucción es la que decide la victoria en la batalla.
La propia idea habla por sí sola: suponiendo dos jefes de patrulla/partida absolutamente
iguales en formación, conocimientos y carácter, al final la victoria radica en lo bueno que
sean sus subordinados, sus tripulaciones, en instrucción. El mejor tirador, el mejor cargador,
el mejor conductor, en definitiva, la mejor tripulación, hará desequilibrar la balanza a
nuestro favor para conseguir el éxito en combate. De aquí se desprende la importancia de
la instrucción además del adiestramiento, no nos olvidemos de ella.
– Los «fuegos» también se planean. No paro de encontrar casos en los que el 90% o hasta
el 100% del tiempo de planeamiento se dedica al estudio del «movimiento» de nuestras
unidades sin tener en cuenta el planeamiento de los fuegos. Esto es un gravísimo error.
Recordemos que la «Maniobra» (como función de combate) contempla la combinación de
fuego y movimiento, un concepto sin el otro hace que la maniobra no esté completa, ya se
trate tanto de nivel vehicular como de niveles desde pelotón hasta brigada. Siempre uso
8 Tal como decía el Gral. Wesley Jefe de la MCoE (Maneuver Center of Excellence) en la Maneuver Warfighting
conference (MWfC) celebrada en Fort Benning (USA) en 2018: «En un campo de batalla hiperactivo,
no continuo y plagado de sensores, la independencia de acciones aisladas será crítica para disponer de
oportunidades ventajosas». Estas acciones deben realizarse siempre atendiendo en muchos casos más al
propósito de la unidad superior que a la propia misión.
9 Hay casos contrastados de cómo pequeñas unidades de Sturmgeschütz pudieron «parar» a grandes unidades
de carros Stalin usando la audacia y valentía de sus mandos. Un ejemplo de ello pudiera ser el protagonizado
por el Mayor Joseph «Sepp» Brandner de la Brigada 912 en Curlandia en Mayo de 1945.