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Doctrina, Táctica y Operaciones
Memorial de Caballería, n.º 90 - Diciembre 2020 69
LA MISIÓN
El rastreador al hacer la llamada tiene los siguientes objetivos:
– Entrar en contacto con el ciudadano, que es en definitiva una persona que puede asustarse,
enfadarse u oponerse, por lo cual son necesarias muchísimas habilidades sociales, ya
que una vez levantado el teléfono el profesional está solo.
– Solicitar, registrar y manejar información confidencial y sensible, dando la confianza y seguridad
necesarias para que el interesado se preste a colaborar de una manera franca y abierta.
– Dada la circunstancia, el rastreador debe prescribir un tiempo de aislamiento o cuarentena
con la problemática que puede traer (autónomos, algunos tienen personas a su cargo…),
lo que hace que las capacidades de empatía y asertividad se pongan a prueba en
cada llamada.
– Realizar el rastreo e impedir que en ninguna de las tres esferas social, profesional y familiar
se escape nadie. Aquí son cruciales detalles como el viento como vehículo que facilite
la dispersión del agente o el tipo de mascarilla para determinar que alguien es contacto
estrecho y debe guardar cuarentena.
Como hemos visto, la acción de mando se ve extraordinariamente dificultada una vez distribuido
el trabajo entre los rastreadores de la sección. Es virtualmente imposible monitorizar diez llamadas
simultáneas, lo que hace que la confianza entre mandos y rastreadores sea total, así como la confianza
que los mandos tienen en la minuciosa instrucción que han impartido a sus rastreadores (que en
caso de la sección del Regimiento «Farnesio» 12, pasa por jornadas con la UME en León, formación
psicológica por parte de oficiales de la especialidad, varios días de funcionamiento «tutelado») y por
parte de los rastreadores la confianza en la instrucción que poseen.
No obstante lo mencionado, se decidió confeccionar un documento con dos objetivos: uno que
el rastreador tenga en la hoja del caso todas las preguntas que hacer y, en segundo lugar, para que a
simple vista el filtro superior efectuado sobre las fichas de caso que cumplimentan los rastreadores
como paso anterior a enviar los datos a la administración civil, sea capaz de ver si falta algo de información
o si alguno de los datos consignados pudieran presentar alguna incoherencia.
Una sesión de informe antes del inicio de la jornada, en la cual se incide en el protocolo a
aplicar, se ha mostrado como una herramienta indispensable para actualizar y refrescar los conocimientos,
particularmente en un terreno tan proceloso y cambiante como lo es el de esta pandemia.
En la sección, se efectúa de forma rotatoria entre los jefes de pelotón con la supervisión del oficial
de sanidad. Esta sesión es importante, ya que el mando está seguro de la interiorización del sistema
por parte de todos los componentes del pelotón que se han de enfrentar al rastreo en esa jornada.
Como operación en la que el componente sanitario tiene un lugar de privilegio, el sistema de
verificación es de capas, constituyendo la primera el propio rastreador y su ficha, que está pensada
para dificultar el fallo. En un segundo lugar se encuentra el jefe de pelotón, el cual revisará los datos
contenidos en dicha ficha. El tercer nivel, y el más especializado, es doble y lo constituye el sector
sanitario de la sección: por un lado serán los FSET 3 que efectúan labores administrativas procesando
los datos que luego son proporcionados a la administración civil que en términos cariñosos ya
se han ganado el apelativo de «escribas», los cuales al ir introduciendo los datos revisarán lo que se
ha realizado y observan si falta algo o la información contenida puede ser una alerta de un posible
brote o suponer alguna emergencia sanitaria, la cual es comunicada sin dilación por vía telefónica
por nuestro enfermero a los responsables de seguimiento epidemiológico de nuestro área de apoyo
(para la SVE 01 se trata de Valladolid Este).
Al margen de ser nuestro primer interlocutor con las autoridades sanitarias, el oficial de sanidad
supervisa el producto del trabajo como último nivel de calidad, dada la importancia de los datos
transmitidos y la elevada formación de los receptores de nuestros datos.