revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
nuestro museo 151
un buen número de las aeronaves
expuestas correspondientes a esta
época comparten las dos libreas que
portaron al volar en ambos bandos:
un lateral del avión con el diseño de
las FARE, la aviación gubernamental,
y el otro lateral con las pinturas que
el ejército sublevado diseño para su
flota aérea, la aviación nacional.
La división de la aviación de la
República en dos fuerzas como consecuencia
del levantamiento militar,
hizo necesario improvisar desde un
primer momento un nuevo sistema
de identificación, básicamente el
diseño de la pintura exterior, que
permitiera una identificación visual
rápida y la pertenencia a un bando
en concreto de los aviones en vuelo,
gubernamentales o nacionales, debido
a que el material de que ambas
aviaciones disponían era exactamente
el mismo e, inicialmente, con la
misma librea.
Esta situación inducía a los pilotos
a muchos errores por la dificultad
que representaba la identificación
en pleno vuelo del bando de pertenencia.
Como era de esperar, los
mandos de los dos ejércitos contrincantes
vieron como «urgente e
imprescindible» el diseño de nuevas
libreas, pinturas y escarapelas,
para evitar aquellos problemáticos
envites.
En 1936, al inicio de la Guerra Civil,
se añadieron las bandas rojas, tanto
en el fuselaje como en las alas desapareciendo
del diseño de la librea la
escarapela tricolor republicana permaneciendo
la bandera tricolor en el
timón de dirección de la cola de los
aviones.
A este nuevo diseño se añadió
un nuevo código de identificación
desapareciendo los numerales heredados
de la época monárquica. Los
códigos de identificación de la FARE
se basaron en el sistema utilizado
por la Aeronáutica Naval antes de la
guerra civil y consistían en un código
de dos letras seguido por un número
individual de forma secuencial.
La primera letra del código indicaba
la función de la aeronave
y la segunda letra identificaba el
modelo en concreto derivándose
generalmente del nombre de los
fabricantes de aeronaves o su seudónimo
o apodo.
Veamos un ejemplo: el código de
identificación AD-013 se asignó al
GE-23 Delfín n.º 13 que lo identificaba
como un avión de asalto (A) y
Delfín (D) que era su apodo. El 13
el número de serie del modelo en
cuestión.
El criterio seguido para la asignación
de la primera letra del código de
identificación era de acuerdo con la
siguiente relación:
• A (asalto)
• F (avión capturado)
• S (sanitario)
• B (bombardero)
• H (hidroavión)
• T (transporte)
• C (caza)
• L (bombardero ligero)
• X (avión anfibio)
• E (enseñanza)
• R (reconocimiento)
Y este diseño fue el escenario de
partida para ambos bandos el 18 de
julio de 1936 y que provocó la situación
de indefinición comentada
anteriormente.
En la aviación nacional, para distinguirse
de las aeronaves del bando
gubernamental, se sustituyeron inicialmente
las escarapelas tricolores
por discos negros negro con la cruz
de San Andrés de color blanco en su
interior y algunas veces, las menos, se
sustituía la cruz por el yugo y las flechas
de Falange. En el timón de dirección,
en lugar de la bandera tricolor
republicana, se pintó un aspa negra
sobre fondo blanco que representaba
igualmente la Cruz de San Andrés.
El código de identificación, la matrícula
en el fuselaje, utilizado por
la aviación nacional fue simplemente
un numero entre el 1 y el 79 que
designaba el modelo de avión (por
ejemplo el 5 era el Heinkel He 112),
la escarapela negra y el número de
serie del mismo. La única excepción
era en caso de aviones procedentes
de la Aviación Republicana se les
añadía al código numérico que lo
definía la letra W, siendo por ejemplo
para el Polikarpov I-16 el 1W.
Este tipo de identificación fue usada
hasta el 1 de diciembre de 1945,
año en el que entró en vigor la Instrucción
General n.º 1 que cambiaba
el sistema de denominación y matriculación
de los aviones del Ejército
del Aire y que con pequeñas variaciones
perdura hasta hoy en día.
Klemm L-25 general