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PW812D, y es un birreactor cuyo alcance
es del orden de 10.200 km con
una velocidad máxima de crucero de
Mach 0,9. Su primer vuelo probablemente
habrá tenido lugar cuando
este resumen anual vea la luz.
Desde el punto de vista tecnológico
el año 2020 dejó dos acontecimientos
importantes que deberán ser
objeto de seguimiento en próximos
ejercicios. El primero de ellos es el
resurgimiento del avión supersónico
de transporte que tuvo su mayor exponente
en la presentación del prototipo
Boom Supersonic XB-1 el 7 de
octubre, adelantándose a los trabajos
que se están realizando en otras
empresas. Es claro que el futuro de
un nuevo avión supersónico, sea de
la rama de negocios o de mayor capacidad,
está directamente ligado al
interés de la industria del transporte
aéreo y justo es decir que hasta ahora
no ha despertado entusiasmo alguno
en ella, pero sus promotores confían
en que en el futuro la situación pueda
cambiar. La irrupción de la pandemia
con sus devastadores efectos, y el hecho
de que no haya nadie capaz de
predecir con precisión cuál será su
factura final para la aviación comercial,
hacen que ahora mismo un hipotético
avión comercial supersónico
tenga el futuro bastante más oscuro
que lo tenía hace doce meses.
El segundo foco de atención en
cuanto a nueves tecnologías es la
irrupción del hidrógeno y las fuel
cells -pilas de combustible- como
sistema de propulsión para las aeronaves.
No se trata de algo totalmente
nuevo, ya en otras épocas
se tomó en consideración el uso
directo del hidrógeno como combustible.
Aunque ese uso no se ha
descartado, los trabajos ahora se
centran fundamentalmente en las
citadas fuel cells. Ha sido Airbus
quien ha tomado la delantera con
su concepto genérico de Zero Emission
Aircraft en el que ha trabajado
desde 2018, representado por tres
ideas someramente descritas en la
edición de RAA (n.º 897) del pasado
mes de noviembre. No es casualidad
que otras organizaciones hayan
vuelto la vista hacia el hidrógeno
siguiendo de forma menos explícita
los pasos dados por Airbus. Esta última
presentó además en diciembre
una nueva posibilidad constituida
por grupos motores individuales
formados por una hélice, fuel cell,
motor eléctrico alimentado por ella,
los equipos electrónicos necesarios,
el sistema de refrigeración y los pro-
El último concepto Zero Emission Aircraft de Airbus con
grupos motores individuales. (Imagen: Airbus)
revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021