Las misiones del EA para
la seguridad y bienestar de
los españoles: 24/7, también
en tiempos de COVID
revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
editorial 1
Durante el año 2020 el COVID-19 ha influido en
prácticamente todas las áreas de actividad del Ejército
del Aire, obligándonos a priorizar el cuidado de la
salud para garantizar el cumplimiento de las misiones
que nos encomiendan la Constitución y las leyes. Las
Fuerzas Armadas han sido una más de las instituciones
afectadas por una pandemia cuyos efectos seguirán
estando presentes en múltiples ámbitos y a escala global
durante el presente año.
Sin embargo, lo acontecido en 2020 también ha
demostrado que somos capaces de adaptarnos con
rapidez y con la iniciativa necesaria para seguir operando
en condiciones críticas y con recursos limitados,
un empuje que deberemos mantener en 2021, listos
para iniciar la recuperación que todos deseamos.
Como institución, debemos tener presente que nuestra
razón de ser es la defensa militar de España y que
todos nuestros esfuerzos deben estar orientados a
disponer de una fuerza preparada y a la altura de los
retos de seguridad que nos plantea el presente y que
anticipamos para el futuro. Por eso nuestra prioridad en
2021 seguirá siendo cumplir de forma excelente con
aquellas misiones que tenemos asignadas y que nadie
puede hacer por nosotros: proporcionar la defensa aérea
de nuestro espacio de soberanía; mantener nuestra
fuerza aérea preparada para ser empleada en caso
necesario; y contribuir con capacidades aeroespaciales
únicas a nuestros compromisos nacionales e internacionales.
Esa es la base de la disuasión, elemento clave de
nuestra seguridad, garantía de paz y de prosperidad.
En ese sentido, es necesario entender la importancia
que tiene dar a conocer, tanto a la sociedad en
general como a quienes formamos parte del EA, todo
lo que la Fuerza Aérea supone para la seguridad y el
bienestar de España y lo que puede aportar a las organizaciones
de paz y seguridad a las que pertenecemos.
Un esfuerzo por comunicar que debemos hacer
compatible con la discreción y la humildad que caracteriza
el cumplimiento de nuestra labor diaria.
En primer lugar tenemos que dar a conocer la necesidad
e importancia de nuestras misiones, de manera
que los españoles conozcan en detalle a qué nos dedicamos
y la vocación de servicio que inspira nuestra
labor diaria. Debemos transmitir el esfuerzo que empeñamos
en la ejecución de nuestras misiones permanentes,
como la vigilancia y control del espacio aéreo
y la vigilancia espacial. Tenemos que explicar también
cómo mantenemos el nivel de adiestramiento que nos
permite contribuir a la defensa de España y el trabajo
que llevamos a cabo fuera de nuestras fronteras, en
misiones internacionales, aportando unas capacidades
altamente especializadas y muy apreciadas por
nuestros socios y aliados.
Sin olvidar que, al mismo tiempo, contribuimos
diariamente a la acción del estado, colaborando en
la lucha contraincendios, proporcionando el servicio
de búsqueda y salvamento en las zonas de responsabilidad
del Estado español, con aeroevacuaciones,
aerotransportes en casos de catástrofes, etc., y como
venimos haciendo desde marzo pasado, poniendo
nuestro grano de arena en la lucha contra el COVID.
Compartir con la sociedad la importancia de nuestras
misiones ayudará a encontrar el apoyo necesario para
planificar y obtener los recursos financieros, de material
y de personal que son necesarios para que España
siga contando con una fuerza aeroespacial moderna y
eficaz, recursos que además contribuyen al progreso
social, económico e industrial de nuestro país.
En clave interna, resulta igualmente primordial hacer
partícipes a todos los aviadores de nuestro Ejército
del Aire de la trascendencia de su labor cotidiana,
aunque no siempre salga en el escaparate. Y, especialmente
mientras dure la pandemia, insistir en la
necesidad de proteger nuestra salud y la de nuestros
seres queridos. La identidad y los valores que compartimos
todos constituyen la base que nos permite
tener éxito en nuestra misión, por adversas que sean
las circunstancias.