30 años del S-76 en el EA:
los Galgos en la Escuela
Militar de Helicópteros
revista de aeronáutica y astronáutica / mayo 2022
dosier 367
Hablar del Sikorsky 76C, HE-24 en denominación militar española, es recordar las tres décadas de éxito de este sistema
de armas, no solo en el ámbito de los helicópteros, sino para el conjunto del Ejército del Aire.
La inmensa mayoría de los helicopteristas militares, actualmente operativos, se formó, o ha tenido la suerte de volar
este modelo, entre los que destaca S.M. el rey Felipe VI, primer militar de España y quien realizó su formación inicial
como piloto de helicópteros en la base aérea de Armilla.
La icónica imagen de su llegada a Granada el 18 de noviembre de 1991, saliendo de la bodega de un C-130 Hércules
del Ala 31, prefiguraba el nacimiento de una nueva era para la enseñanza y para las capacidades de la Escuela
Militar de Helicópteros. Cambiábamos los veteranos y queridos AB205 y UH-1H por un nuevo modelo que rompía en
su imagen exterior, pero aún más en sus capacidades. Pasábamos de un sistema bipala, monomotor y con esquíes a
cuatripala, bimotor y tren retráctil. Pero los cambios más importantes venían de los sistemas electrónicos, la estabilidad
y velocidad que proporcionaba la nueva aeronave y que mejoraba sustancialmente la enseñanza y las prestaciones de
que se disponía hasta el momento en la unidad. Entrábamos en la última década del siglo XX con pantallas EFIS y uso
del GPS como ayuda a la navegación.
Su empleo no se restringe solo a la principal tarea de enseñanza, sino que a esta ha sumado misiones internacionales
en BiH, cobertura SAR cuando se le ha reclamado y apoyo en eventos tan importantes como los Juegos Olímpicos de
1992 en Barcelona.
En estos 30 años, se han realizado 83 cursos de vuelo instrumental y 1084 pilotos (591 del Ejército de Tierra, 103 de
la Armada, 147 de la Guardia Civil, 227 del Ejército del Aire, dos de otros organismos, 14 países amigos como Portugal,
Uruguay y Argentina) han completado su formación IFR en este helicóptero. Adicionalmente, solo en los últimos cinco
años se ha realizado un total de 748 días de alerta SAR, fundamentalmente desde la base aérea de Armilla, y la Academia
General del Aire.
La operatividad media en estos 30 años también puede ser considerado un hito para el Ejército del Aire, donde se ha
alcanzado el 71 % (5,7 operativos de media), una cifra que muestra claramente el alto rendimiento que esta aeronave
ha proporcionado. El propio fabricante del helicóptero, Sikorsky, otorgó en 2004 un diploma al Ejército del Aire para
reconocer el gran trabajo de mantenimiento realizado por el personal del Grupo de Material del Ala 78, con el apoyo
del MALOG, y que ha permitido alcanzar una disponibilidad tan elevada.
El HE-24 también ha sido en estos años una de las aeronaves características en el desfile del Día de la Fiesta Nacional.
El Ala 78 se siente orgullosa de poder participar con cuatro helicópteros en este desfile y contribuir con la bella silueta
del Galgo al realce de tan importante celebración.
Por último, es obligado rendir un sentido homenaje a todos los que han hecho posible alcanzar estos logros, comenzando
por los visionarios que realizaron el gran trabajo de seleccionar este excepcional helicóptero, junto a los pioneros
del Ala 78 que se iniciaron como tripulantes y personal de mantenimiento. El conjunto de la base aérea de Armilla, en
particular tripulaciones y mantenimiento, han realizado la labor de día a día, pero su trabajo ha sido posible gracias a
multitud de integrantes del Ejército del Aire, que han contribuido a que podamos celebrar estos 30 años con la satisfacción
del deber cumplido, nostalgia de infinidad de recuerdos y la ilusión de mirar al futuro.
José Molino Martínez
Coronel jefe de la base aérea de Armilla y Ala 78
Director de la Escuela Militar de Helicópteros