del Marqués, dentro de la sección de «Indiferente
» en «Instrucción Pública».
25.220.—Enchufe
No comentaremos nada
que tenga que ver con
este común dispositivo
de clavija que se usa cuando se quiere establecer
una conexión eléctrica; más bien
vamos a reseñar dos normas decimonónicas
promulgadas por nuestra Armada en las que
se intentaba evitar la definición que, en su
acepción sexta, hace la RAE de esta palabra.
La primera es la Real Orden de 3 de abril
de 1828, en la que se determinaba que «no se
dieran oídos a recomendación alguna, sea de
quien quiera»; y la segunda, con rango
de orden y fechada el 5 de abril de 1869, que
exhortaba que «cesen las recomendaciones
privadas de los oficiales».
Y es que, tanto ayer como hoy, desgraciadamente,
el viejo refrán español que reza «El
que tiene padrinos se bautiza» sigue teniendo
plena vigencia.
25.221.—Reflejos
Tomamos del celebérrimo
Cronicón de Ricardo
de la Guardia (Imprenta
del Ministerio de Marina, 1921) la siguiente
anécdota que al parecer ocurrió durante una
recepción en la corte de Sicilia. Entre los
oficiales de las marinas españolas e inglesa
que acudieron al evento, estaba Horatio
Nelson, y en un corro que se formó de animada
conversación, el almirante, con la cortesía
propia de la época, alabó en varias ocasiones
el valor de los españoles; pero sería a la hora
de acabar su speech cuando metió la pata, al
asegurar que «todo lo que tengo se lo debo a
los españoles», aludiendo con ello de manera
poco elegante a sus victorias. Entonces se
produjo un incómodo silencio que rompió un
guardiamarina español, que sin poder contenerse
le dijo: «Es cierto, mi general, y
también lo que no tiene vuestra V. E.», refiriéndose
MISCELÁNEAS
a la pérdida de su brazo en el ataque
a Tenerife. Sorprendido por su insolencia y
con evidente desdén Nelson le contestó: «Es
verdad caballero Guardia... y también de lo
que me falta».
Alejandro ANCA ALAMILLO
Marinero reservista voluntario honorífico
25.222.—Origen marinero de la expresión
«estar grogui»
Todo tuvo su origen en
un combinado que, aunque
no se usó en nuestra
Marina, sí fue muy famoso en la británica.
Uno de los problemas más importantes en la
antigüedad era la ingesta de agua. Con el
paso de los días el agua de los barriles solía
echarse a perder y cogía un color verdoso y
maloliente, lo que producía no solo cierta
repugnancia entre los marineros sino también
la aparición de enfermedades. Por esta razón,
en los buques ingleses se generalizó la
costumbre de repartir a la marinería una
ración diaria de alcohol. Inicialmente se les
daba cerveza y más adelante brandy. Sin
embargo, la conquista de Jamaica puso al
alcance del almirante Edward Vernon un
sinfín de toneles de ron, por lo que este licor
pasó a constituir la bebida reglamentaria a
bordo, repartiéndose la ración de medio litro
a los marineros y un cuarto a los grumetes
distribuidas en dos mitades, al mediodía y al
atardecer.
Vernon era muy conocido por sus marineros
como Old Grog por su empeño en lucir
sobre el uniforme un abrigo de pelo grueso
muy usado en Francia, país del que procedía
su nombre: Grogram. Pues bien, lógicamente
el exceso de ron produjo efectos muy negativos
entre la marinería fácilmente imaginables.
El propio Vernon comenzó a preocuparse,
por lo que propuso al Almirantazgo
rebajar la ración de ron de cada marinero
mezclándola con un litro de agua, e incluso
añadiéndole un poco de limón cuando lo
había, al objeto de evitar en la medida de
lo posible el escorbuto, enfermedad muy
habitual entre la gente de mar producida por
la falta de vitaminas. A este combinado los
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